Ni condiciones lluviosas como las que azotaron al país a finales del 2010, ni temperaturas tan altas como las que se sintieron a inicios del año pasado.
Nada de eso se ha visto en el territorio nacional desde octubre del año pasado, pues desde entonces se experimenta algo que no se veía desde el 2007: la ausencia de los fenómenos climáticos conocidos como La Niña y El Niño.
Han sido siete meses de un estado neutro que ha alejado las situaciones “excepcionales” como las descritas anteriormente.
Ese comportamiento climatológico se mantendría al menos por lo que resta del año, explicó Luis Fernando Alvarado Gamboa, meteorólogo del Departamento de Climatología del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
En un estudio de probabilidad hecho por el IMN sobre cuál de los tres escenarios entre La Niña, El Niño y el neutro predominará, se determinó que este último se impone con fuerza sobre los otros.
Solo para el trimestre entre junio y agosto hay prácticamente un 70% de probabilidades de que se mantenga vigente la condición neutra, de acuerdo con datos aportados por el IMN a este diario.
Para los períodos setiembre-noviembre y diciembre-febrero la probabilidad sigue siendo de entre un 55% y 65% a favor del estado climático actual.
“La condición neutral nos favorece, porque de haber Niño traería la continuación de la sequía; La Niña sería todo lo contrario, una situación exacerbada en lluvias”, comentó el experto.
Agregó que eso no significa que durante esta época lluviosa no se presenten suficientes precipitaciones, sino que estas no serán tan intensas y frecuentes como las ocurridas en los últimos tres meses del 2010.
En aquella época el país fue testigo del desbordamiento de ríos, la destrucción de gran cantidad de vías y deslizamientos de gran tamaño en cerros del Valle Central.
Monitoreo. Pese a los pronósticos y probabilidades, el IMN analiza “un posible evento de La Niña muy local” que se vería únicamente en Costa Rica y parte de Centroamérica, dijo el meteorólogo.
Las próximas dos semanas se conocerá con más certeza si eso podría cumplirse.
También se sabrá si toma validez una hipótesis que ya manejan los meteorólogos locales: que el veranillo de San Juan de este año sería de solo dos o tres días.