La investigación sobre la precampaña de Laura Chinchilla recomienda a los magistrados del TSE evaluar la apertura de un procedimiento por beligerancia política contra el ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides.
El informe sobre el financiamiento de la tendencia de Chinchilla sugiere determinar si Benavides participó en actividades electorales cuando todavía era ministro de Turismo, en el año 2009.
Anoche, el jerarca calificó de imposible que él haya trabajado en política electoral mientras formaba parte del gobierno de Óscar Arias. “Yo renuncié como ministro de Turismo el 9 de setiembre del 2009 y solo después de esa fecha tuve participación electoral”, explicó.
El Departamento de Financiamiento de Partidos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) halló que la sociedad que manejó las finanzas de la precampaña le giró un cheque de ¢300.000 al hoy titular de Presidencia en diciembre del 2009.
La investigación recopiló datos según los cuales la sociedad Laura Hacia el Dos Mil Diez reintegró ese dinero a Benavides por fotocopias, impresiones y traslados que hizo en agosto y setiembre del 2009 como parte de su trabajo ad honórem para la precampaña.
El abogado y empresario puntarenense fue ministro de Turismo hasta el 9 de setiembre de ese año, fecha en que renunció para trabajar de lleno en la campaña política de la actual presidenta.
En vista de que hasta esa fecha él tenía prohibición para participar en actividades proselitistas, el informe del TSE recomienda evaluar la apertura de un procedimiento para determinar si incurrió en parcialidad o beligerancia política.
Benavides dijo ayer que él no efectuó ningún trabajo para la precampaña antes del 10 de setiembre del 2009. El ministro recordó que Jorge Wálter Bolaños, extesorero de la tendencia, le hizo un reintegro a su equipo de trabajo, pero insistió en que las labores se hicieron luego de su dimisión del Gobierno.
Entre las funciones de Benavides en la campaña, estaban el análisis de publicaciones, impresión de folletos, volantes, vocería de campaña, participación en debates y asesoría política estratégica.
Ayer, Diego Brenes, asesor de Gestión Política del TSE, informó de que a la fecha no existe ningún proceso contra Benavides.
Los magistrados pueden archivar el caso o enviarlo a la Inspección Electoral para que abra un proceso. Por beligerancia política, el Tribunal puede destituir a un funcionario o inhabilitarlo para ejercer cargos públicos.