En Zapote, la oficina del ministro de Comunicación de la Casa Presidencial tiene ya dos semanas de estar desocupada y por ahora, no hay respuesta sobre quién llenará el vacío que persiste.
La intempestiva renuncia del abogado Francisco Chacón a la vocería del Gobierno, el 15 de mayo, dejó a la presidenta de la República, Laura Chinchilla, con una ausencia en el gabinete que la misma mandataria considera el más difícil de llenar.
Chacón dejó el cargo por el escándalo relacionado con el vuelo privado en un jet de la firma THX Energy, facilitado por el empresario colombiano Gabriel Morales Fallón, quien afrontó cuestionamientos en su país por un supuesto vínculo con el narcotráfico.
El Ministerio de Comunicación se ha vuelto clave en el manejo de la imagen del Poder Ejecutivo, al menos desde la perspectiva que se maneja en Zapote.
Por ello, la presidenta considera imperativo tomar una decisión pronta en un área donde el Gobierno incluso aumentó su inversión para este año en ¢273 millones, con un presupuesto total de ¢1.100 millones.
El incremento se destinó a asesorías para mejorar la imagen.
El ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, expresó que la búsqueda del vocero continúa, porque tanto él como la mandataria consideran necesario mantener la figura de un ministro en este campo.
Mientras tanto, el propio Benavides ha tenido que aparecer más en los medios para hablar a nombre del Ejecutivo.
Asimismo, para los preparativos de la visita del presidente chino, Xi Jinping, el Ministerio de Relaciones Exteriores también ha asumido mayor protagonismo.
Un especialista. Armando Vargas Araya, quien fuera el primer ministro de Comunicación del país, considera que la dificultad de hallar un funcionario para el cargo es comprensible. Él realizó la tarea durante el gobierno de Luis Alberto Monge (1982-1986).
A su juicio, la comunicación política del Gobierno es una especialidad que no cualquiera desarrolla y que resulta vital para el éxito de cualquier administración.
“Hoy más que nunca es imposible gobernar sin una conducción política adecuada, y una comunicación política óptima”, afirmó el periodista y político .
Por esa razón, añadió, el espacio debe ser llenado por un comunicador profesional.
Chacón es el segundo ministro de Comunicación de este gobierno en dejar vacío el despacho que está justamente debajo de la oficina de la presidenta.
Antes que él estuvo el politólogo Roberto Gallardo, quien se trasladó a liderar el Ministerio de Planificación.