Ayer, a 14 días de la convención en que se escogerá al candidato presidencial del PUSC, la tendencia de Rodolfo Piza salió a calentar la campaña con una denuncia de verbo encendido contra su contrincante, Rodolfo Hernández.
Pasados los sucesos del 1.° de mayo y la visita de Barack Obama, Piza Rocafort convocó a conferencia de prensa para acusar a su rival de alterar los procesos de renovación de delegados de la Unidad Social Cristiana (PUSC).
Luego de que a finales de abril ambos precandidatos pactaran una campaña sin ataques , ayer el abogado afirmó que el doctor recurrió a prácticas “caudillistas” y “tradicionales”.
Así se refirió al hecho de que Hernández pidiera al Tribunal de Elecciones Internas del PUSC suspender todas las asambleas cantonales y provinciales del Partido, antes de que se celebre la convención interna del domingo 19 de mayo.
En esas asambleas se escoge a los delegados que, finalmente, decidirán quiénes serán los candidatos a diputado de la Unidad para el periodo 2014-2018.
Piza, expresidente de la Caja Costarricense de Seguro Social y magistrado suplente de la Sala IV, se opone a la suspensión de esas asambleas. Su tendencia se siente segura de ganar ya un buen número de delegados.
Pedro Muñoz, uno de los líderes del movimiento de Piza, alegó que Hernández vio crecer el entusiasmo de sus contrincantes y necesitaba parar la “ola”.
Por su parte, Humberto Piedra, jefe de campaña del director del Hospital de Niños, sostiene que es ilógico mantener en pie las asambleas locales en estos días cuando la dirigencia está enfocada en la convención.
Además, Piedra criticó los adjetivos usados en la denuncia, los cuales calificó de difamatorios. Según él, en la otra acera rompieron el pacto de campaña sin ataques.
“La tendencia de Piza necesita desesperadamente algún argumento para posicionarse ante el electorado; las encuestas internas hablan de una diferencia abismal y es una maniobra que están usando para distraer la atención”, dijo el jefe de campaña del doctor.
Muñoz, en tanto, sostiene que el pacto se rompió cuando Hernández “metió la mano” en el Tribunal y este le dio la razón. “Nos sentimos agraviados. No hay ninguna razón (para suspender asambleas), el miedo es del otro lado”, dijo.