El Libertario mostró su faceta más dividida

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Si hubo un partido en el que ayer cada diputado jaló por su lado, ese fue el Movimiento Libertario. Durante la elección del Directorio legislativo, esta fracción no logró unanimidad en una sola votación.

Por ejemplo, a la hora de elegir la presidencia del Congreso, cuatro diputados libertarios compitieron entre ellos y, obviamente, cada uno recibió un mínimo apoyo.

Patricia Pérez obtuvo tres votos; Damaris Quintana, dos; Danilo Cubero, uno; y Mireya Zamora, uno. Y, por si fuera poco, Adonay Enríquez y Ernesto Chavarría apoyaron a Liberación Nacional.

En las siguientes votaciones, a excepción de una, siempre aparecieron varios diputados libertarios con pequeñas cantidades de votos.

Solo en el caso de la vicepresidencia, el exjefe de fracción, Carlos Góngora, recibió ocho sufragios.

Para Patricia Pérez, lo ocurrido expone lo que la bancada del Libertario vive “desde hace rato”, un partido con grietas ideológicas y personales en que ni el grupo afín a Otto Guevara camina al unísono.

Góngora admitió que la fracción no logró ponerse de acuerdo.

Por su parte, Cubero alegó que sí acordaron algo y fue no votar por una papeleta única, en vista de que la fracción tiene muchos líderes. Sin embargo, sostuvo que revisarán lo sucedido con los diputados que apoyaron al PLN.

A diferencia del Libertario, el PAC y el PUSC olvidaron sus diferencias internas y cada uno apoyó a sus candidatos. Aunque no tuvieron suficiente fuerza, no mostraron fugas que le facilitaran aún más el trabajo al PLN.