El plenario legislativo aprobó ayer la conformación de una comisión que estudie cambios que mejoren la actuación de la Sala IV.
El foro está integrado por Luis Gerardo Villanueva, de Liberación Nacional (PLN); Rodolfo Sotomayor, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), y Marielos Alfaro, del Movimiento Libertario (ML).
El foro estudiará las potestades de la Sala Constitucional, creada mediante la Ley de Jurisdicción Constitucional en 1989 y que interpreta el respeto a las normas de la Constitución Política.
Para los diputados, la Sala se extralimita en sus potestades y consideran oportuno dejar claro su rol dentro del sistema de justicia.
De esta forma, los diputados valorarán si es necesaria una reforma a la Ley de 1989, o bien un cambio al artículo 10 de la Constitución Política, que es el que le da la potestad a la Sala de actuar como el máximo órgano que interpreta la ley.
Durante el primer año de gestión de los actuales diputados, hubo un intento de cambiar el marco legal que sustenta a la Sala IV; sin embargo, su viabilidad quedó dormida hasta el día de ayer.
Entre las propuestas que manejan los parlamentarios está la de fragmentar la Sala, para que se divida en tribunales que vean por aparte acciones de inconstitucionalidad y recursos de amparo.
La carga de trabajo de los siete magistrados de la Sala IV es un tema de análisis interno del Poder Judicial pues ellos alegan que tienen exceso de funciones.
“Lo que se pretende es abrir un foro de discusión sobre la reforma que requiere la Sala Constitucional”, dijo el diputado del PLN Luis Gerardo Villanueva.
El parlamentario advirtió de que no se quiere debilitar el foro constitucional, sino delimitar sus potestades para que los ciudadanos tengan un acceso a la Justicia cada vez más pronto y efectivo.
“La reforma constitucional planteada está fundamentada en las reformas que estamos haciendo a la ley de Jurisdicción Constitucional. Dependiendo de las reformas a la ley, se hacen necesarias o no los cambios a la Constitución”, opinó, por su parte, el diputado socialcristiano Luis Fishman, quien dice que la Sala se volvió “un senado”.