Cultura Profética superó todos los obstáculos que le puso su concierto en Jacó

Agrupación puertorriqueña de reggae compartió tarima con la nacional Ojo de Buey y la brasileña Natiruts

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Aprovechando el imperante verano del inicio de año, la productora Rising Sound anunció con bombos y platillos el festival de reggae latino La Resistencia, en el que tocarían las agrupaciones internacionales Cultura Profética y Natiruts, alternando con la local Ojo de Buey.

Dos fechas comprendía este festival: sábado 16 y domingo 17 de febrero. El lugar sería el hotel Amapola, ubicado en el centro de playa Jacó, en Puntarenas.

Al primer concierto de la serie, efectuado anoche, llegaron alrededor de 2.500 personas, todas en son de pasar un rato ameno musicalizado por el positivismo del reggae latino, género estandarte de las tres agrupaciones que tomaron la tarima durante una velada larga y despejada.

En el amplio parqueo del hotel, una gran tarima con el logo del festival recibió, cerca de las 7 p. m., a la banda nacional Ojo de Buey, encargada de inaugurar la actividad.

Hombre de otro tiempo , Me hierve la sangre y Lo que fue comprendieron parte de la presentación de Ojo de Buey, las cuales mezcló con temas de su nuevo material (que saldrá pronto al mercado), como Ya no y Nuestra dirección .

Luego de una hora de concierto de los nacionales, empezaron los preparativos para la banda brasileña Natiruts, que con un sonido de reggae muy orgánico y honesto cautivó al acalorado público.

Carcará , No mar , Espero que um día y Andei só resonaron esa noche en Jacó, y el público no se intimidó por el portugués, sino que lo siguió al pie de la letra.

La titular Cultura Profética salió a tarima pasadas las 11 de la noche, y su inicio fue difícil y extraño, ya que tres de sus integrantes no aparecían.

La banda puso al público a llamar y a buscar a esos tres músicos, que al cabo de unos cuantos minutos aparecieron, con cara de dormidos, se montaron sus instrumentos y empezaron a interpretar los grandes éxitos de una de las bandas más populares del reggae latinoamericano.

Un popurrí de himnos, como La complicidad y Ritmo que pesa , fulminaron todo tipo de ansia que se hubiera vivido antes de ese momento, y la banda se gastó las siguientes dos horas y resto complaciendo al público con las canciones que le pedían.

El final del concierto vino con Ilegal y Verso terso , dos de las canciones favoritas de la fanaticada.

Algo parecido vivirá esta tarde el hotel Amapola, cuando la segunda fecha del festival La Resistencia se lleve a cabo en su parqueo.

Lea más sobre este concierto mañana en Viva .