El porcentaje de ganancia en la venta de viviendas nuevas para clase media tiene al sector de la construcción envuelto en la polémica.
De acuerdo con el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA), su reglamento estipula una utilidad mínima del 7% más un 5% de honorarios profesionales.
No obstante, Olman Vargas, director ejecutivo del CFIA, sostiene que el margen de utilidad de las constructoras del país oscila entre el 5% y el 40%.
“Uno de los problemas es que hay mucha dispersión en los porcentajes de utilidad (...). La utilidad es muy sensible a la época; en la época del boom inmobiliario en Guanacaste las ganancias incluso eran muy superiores al 40%”, sostuvo Vargas.
El funcionario del Colegio aclaró que la utilidad mínima tiene el objetivo de impedir “precios ruinosos”, pero cada desarrollador es libre de cobrar lo que considere conveniente por su proyecto.
Por su parte, Guillermo Carazo, presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción, aseguró que la “mayoría” de proyectos habitacionales apuesta por una ganancia de entre el 5% y el 15%.
“No me atrevería a dar un número. Creo que cada proyecto es un caso específico y uno puede apuntar una utilidad de un 20% y al final salir con un 7%”, declaró Carazo.
Gustavo Gutiérrez, de la firma consultora Gutiérrez y Gallardo, afirmó que los desarrolladores en Costa Rica obtienen ganancias de entre el 10% y el 25%.
Regulación. Ana Cristina Trejos, viceministra de Vivienda, dijo que supervisar los rangos de utilidad en la venta de casas es una alternativa que han analizado.
“Regular las ganancias sería una alternativa; lo que pasa es que eso legalmente hay que evaluarlo (...). Evidentemente, los desarrolladores siempre postulan que el margen de ganancia no es tan alto, pero otras instituciones postulan que sí”, manifestó Trejos.
La viceministra insistió en que debe lograrse un consenso entre los empresarios y las autoridades del Gobierno para conocer cuál es el rango de utilidad empleado en el mercado inmobiliario nacional.
Precio. El Colegio considera como vivienda de clase media aquella estructura de un área entre los 61 m² y 199 m² hecha de concreto.
Además, debe tener sala, cocina, comedor, cochera techada para dos vehículos, tres dormitorios, dos baños y un cuarto de pilas.
Según el CFIA, el precio promedio de una casa de este tipo es de ¢29 millones. Ese monto incluye acabados, honorarios y ganancia del profesional encargado de la obra.
Empero, el cálculo excluye el costo del lote y gastos imprevistos.
La estimación es producto del análisis de 60.000 registros de permisos de construcción tramitados entre el 2007 y el 2012.
Entre enero y agosto del presente año se han construido 8.138 casas clasificadas como de clase media, según la base de datos del CFIA.