¢208 millones ayudarán a consolidar áreas protegidas

Cinco organizaciones ejecutarán un total de 11 proyectos

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Un total de 11 proyectos de conservación, que serán administrados por cinco organizaciones, recibieron ayer $416.000 (unos ¢208 millones) para apoyar al Gobierno con información científica que le permita tomar decisiones para proteger la biodiversidad y lidiar con el cambio climático.

Para ello, los proyectos se ejecutarán con fondos provenientes del II Canje de Deuda por Naturaleza, un acuerdo suscrito entre Estados Unidos y Costa Rica en el que se condona parte de la deuda externa que tiene el país con su vecino del norte a cambio de que invierta esos fondos en la conservación de los bosques.

En un primer canje, administrado por el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) en el 2007, se destinaron $26 millones para proyectos que trabajaran en la conectividad de los bosques. En esa oportunidad también se financiaron 11 propuestas en Osa, Chirripó y Tortuguero, entre otros.

Para este segundo canje, el dinero es administrado por la Asociación Costa Rica por Siempre y está destinado a iniciativas que ayuden a consolidar áreas silvestres protegidas como parques nacionales y reservas naturales.

“Esperamos fortalecer nuestra cooperación con los dos canjes y que estos sean abanderados de nuestros esfuerzos para la transición hacia una economía más limpia y combatir la degradación del ambiente”, dijo Anne Andrew, embajadora de los Estados Unidos en el país.

Información técnica. Los proyectos seleccionados este año pretenden desarrollar herramientas que faciliten el manejo de la biodiversidad, el cambio climático y la gestión de áreas protegidas, temas relacionados con las metas de la Convención de Diversidad Biológica (CDB).

Los encargados de ejecutar estos proyectos, en un periodo máximo de un año, son el INBio, el Centro de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales (Cedarena), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), el Centro Científico Tropical (CCT) y el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (Cemede-UNA).

Por ejemplo, el Cemede elaborará el plan de manejo del área protectora de Miravalles, en Guanacaste. Su propuesta desea lograr la participación de la comunidad, la academia y otros sectores sociales para generar desarrollo sostenible.

Rigoberto Rodríguez, director del Cemede, aseguró que el principal reto de llevar a cabo estos proyectos es “lograr que se involucren todos los que se deben involucrar y que el plan pueda ser ejecutado cuando se tengan los resultados”.

Por su parte, Rolando Castro –director de Cedarena– dijo que desean “construir colectivamente productos que sean de utilidad para el país y para los fines que se persiguen, como llenar vacíos de conservación o vacíos legales”.

Castro destacó la importancia de que estos fondos se estén usando “en forma muy eficiente, y se han dado procesos muy transparentes de concurso, con altos requisitos de calidad, esto contribuye a que sean productos que cumplan el objetivo”.

A inicios del 2013 se abrirá una nueva convocatoria para que otras organizaciones puedan obtener financiamiento. La información está disponible en www.canjeporbosques.org.

Zdenka Piskulich, directora de la Asociación Costa Rica por Siempre, dijo que en febrero del 2013 se hará un taller con las entidades elegibles y las potenciales para capacitarlas en la presentación de proyectos, a fin de que se sumen más organizaciones.