Ahora hasta la fracción del PASE la emprendió contra el presidente del Partido, fundador y excandidato presidencial, Óscar López.
Las críticas de los diputados evidenciaron ayer aún más la división que reina en ese grupo político.
Al menos el jefe de la bancada de Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), José Joaquín Porras, lo expresa en forma directa: “Nosotros (los diputados) no estamos de acuerdo en cómo se están haciendo las cosas; se están haciendo como no se debieran de hacer”, manifestó.
Estas son parte de las secuelas de la Asamblea Nacional del Partido, efectuada el domingo y en la cual se encargó a López de dirigir todo el proceso de renovación de las estructuras del PASE con miras a las elecciones del 2014.
Además de Porras, el presidente del Congreso, Víctor Emilio Granados –otro de los cuatro legisladores de ese partido que no asistieron a la cita del domingo– también cuestionó al excandidato.
A juicio de Granados, “estos procesos debería dirigirlos el tribunal electoral interno que tiene el Partido. Deberían estar reglamentados y garantizar la máxima apertura y participación”, expresó.
Mientras el presidente del Congreso espera “que haya espacio para que dialoguemos y lleguemos a acuerdos” y que “no haya un rompimiento”, Porras recriminó a López por “tratar de adueñarse del Partido”.
Frente a las críticas, Óscar López dijo estar “absolutamente seguro” de haber actuado apegado al debido proceso a la hora de convocar a la Asamblea mediante un procedimiento de excepción.
López clamó por propiciar un acercamiento y en eso coincide con Granados.
“Estoy de acuerdo con don Víctor Emilio en la necesidad de que el PASE continúe siendo un grupo monolítico. Me siento triste por la ausencia (de los diputados)”.