Los aspirantes presidenciales brotan en el PAC y en el PUSC conforme se acerca la estación lluviosa, época en la que ambos partidos escogerán a sus candidatos para las elecciones del 2014.
Entre principios de febrero y finales de marzo, el número de interesados pasó de cinco a 10.
En Acción Ciudadana (PAC), la cifra de aspirantes llegó a cinco con la incorporación de los exdiputados Epsy Campbell y Rónald Solís.
Ellos se suman a los legisladores Juan Carlos Mendoza y Claudio Monge, así como al politólogo Luis Guillermo Solís, quienes propusieron sus nombres el año pasado.
En la Unidad Social Cristiana (PUSC), el año pasado anunciaron sus aspiraciones los abogados Pedro Muñoz y Roberto Suñol.
Ahora, entre la segunda y la tercera semanas de marzo, surgieron tres nombres más. Por el ala calderonista, se lanzó Rodolfo Hernández, director del Hospital de Niños.
El magistrado suplente y expresidente de la CCSS, Rodolfo Piza Rocafort, también dijo que no descarta una candidatura y, por último, el diputado Luis Fishman se puso a disposición de su partido para una eventual candidatura.
El PUSC celebrará su convención el 19 de mayo y el PAC todavía no ha definido la fecha.
A estas agrupaciones les urge escoger candidatos pues quieren ir hacia una coalición que designe un aspirante único para enfrentar a Johnny Araya, del PLN.
Para concretar esa alianza, que puede incluir a otros partidos, el plazo se vence en agosto.
Otros grupos ya perfilan sus candidaturas. El Frente Amplio ratificó al diputado José María Villalta y Patria Nueva conversa con el exdiputado José Miguel Corrales.
Causas y efectos. Los politólogos Claudio Alpízar y Wálter Gutiérrez coincidieron en que la abundancia de aspirantes se da por la falta de liderazgos fuertes en la oposición.
Para Gutiérrez, presidente del Colegio de Profesionales en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, muchos creen que “pueden aglutinar el movimiento de oposición” debido a esa ausencia de liderazgos claros.
Alpízar agregó: “Han aparecido figuras de segunda y hasta de tercera línea interesados en potenciar su nombre, más sustentados en una aspiración personal que en una realidad social donde prácticamente son desconocidos”.
A buena parte de estos aspirantes los conoce menos del 25% de la población, según la última encuesta de Unimer para La Nación . Además, según el estudio elaborado en febrero, hasta ese momento los candidatos y las convenciones del PAC y del PUSC despertaban poco interés entre la gente.
Gutiérrez sostuvo que el electorado se confunde al ver tanto aspirante que no supera el margen de error en las encuestas y Alpízar apuntó que “tanto precandidato habla de división”.
Muchos pueden verse atraídos por la sensación de que habría una segunda ronda electoral y, en el caso del PUSC, por la percepción de que el partido se está reagrupando, añadió el presidente del Colegio.
Sin embargo, ambas agrupaciones se exponen a dar una señal de debilidad si celebran convenciones abiertas para elegir candidato y reciben una baja participación.
Y si designan aspirantes poco conocidos en convenciones cerradas, necesitarían de más recursos y creatividad “para sacar el candidato del oscurantismo”, dijo Alpízar, con el inconveniente de que algunos partidos están quebrados.
Eso sí, ambos politólogos no descartan que este brote provea una figura ajena a la política tradicional que pueda convencer al electorado. “La historia costarricense nos ha demostrado que esos fenómenos son posibles”, dijo Gutiérrez, quien prevé que en los meses venideros algunos aspirantes se retirarán.