En los últimos cuatro meses las tasas de interés para préstamos bajaron y con ello la cuota mensual que pagan muchos deudores, lo cual hace que les quede un dinero extra por mes.
Aprovechar este excedente para amortizar un poco los créditos les genera varios beneficios, entre ellos, un ahorro en el pago futuro de intereses y prepararse por si acaso las tasas vuelven a subir.
Al amortizar, algunos deudores pueden solicitarle al banco, si así lo establece el contrato, que les reduzca la cuota mensual, en lugar de bajarle el plazo.
Con esta reducción extra tendrá más posibilidades de ahorrar y usar ese dinero para continuar con la amortización o, si suben de nuevo las tasas, puede volver a quedar en una cuota similar a la que manejaba antes.
“La disminución en las tasas podría ser temporal, de manera que amortizando algo de la deuda se estaría disminuyendo el riesgo en caso de que las tasas vuelvan a subir más adelante, lo que, dicho sea de paso, es muy probable”, comentó el asesor financiero Andrés Volio.
Algunos contratos no permiten reducir la cuota mensual, pero entonces se puede reducir el plazo.
Aunque el monto que pueda amortizar sea pequeño, por ejemplo, ¢5.000 al mes, el cliente siempre va a obtener los beneficios.
Volio explicó que, si se toma ese excedente y se usa para ahorrar, se obtendría un beneficio menor porque las tasas que las entidades pagan por los ahorros siempre son menores que las que las personas pagan por créditos.
Gerardo Corrales, gerente del BAC San José, aclaró que las entidades no pueden cobrar a los clientes una comisión por pagar antes o impedirles hacer el pago, porque la ley es clara.
Según Volio, la disminución en las tasas también presenta una buena oportunidad para refinanciar pasivos, o deudas, en mejores condiciones, con tasas fijas.