Alcalde y presidenta aumentan apariciones conjuntas, un arma de doble filo para ambos, según experto

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En los últimos 10 días, la presidenta Laura Chinchilla y el alcalde Johnny Araya han coincidido seis veces en actos públicos ante cámaras, flashes y libretas.

Chinchilla levantó la mano con el aspirante presidencial del PLN para alzar juntos la antorcha de los Juegos Centroamericanos en Paso Canoas, el 17 de febrero.

La semana pasada, coincidieron en una cena ofrecida al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en el tope de Liberia y en la juramentación de los atletas ticos. Además, en la misa en honor al magistrado Luis Paulino Mora, Araya se sentó al lado del altar con la presidenta y su esposo, José María Rico.

Apenas ayer, durante la inauguración del gimnasio de la Ciudad Deportiva de Hatillo, coincidieron de nuevo frente al público.

Para el politólogo Claudio Alpízar, ambos “están jugando de pared” en la exposición mediática, tratando de generar empatías en actividades exitosas o populares.

Pero Alpízar advirtió de los riesgos. En el caso de Araya, su cercanía con Chinchilla lo obliga a defender un Gobierno sin aprobación popular y la etiqueta de la continuidad podría afectarlo.

Agregó que a Araya se le dificultaría quitarse “las responsabilidades como partido de las falencias de este Gobierno”, a menos que se desmarque en temas puntuales. Hasta ahora, él no lo ha criticado.

Sobre Chinchilla, Alpízar dijo que la investidura del alcalde permite que ella comparta exposición mediática con él, pero la gente espera neutralidad de parte de la presidenta en la justa electoral. Una vez que Araya renuncie, la relación tendrá que ser cuidadosa.

Araya recalcó que sus recientes apariciones con la mandataria no forman parte de una estrategia electoral con miras al 2014.

“No ha mediado ningún cálculo; aquí no se vale hacer ese tipo de cálculos”, declaró.

Francisco Chacón, ministro de Comunicación, dijo que, si bien Araya es candidato verdiblanco, también es alcalde y la exposición de Chinchilla con él es coyuntural a causa de los Juegos Centroamericanos, que el Gobierno apoya.