Crítica de teatro: ‘Sfumato’, una historia de amor en clave posmoderna

El espectáculo marca el retorno del teatro presencial a la sala Eugene O’Neill

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El sfumato –esfumado, en español– es una técnica pictórica que consiste en la aplicación de finas capas de color para obtener figuras de bordes suaves y transiciones vaporosas entre las luces y sombras de un cuadro. Las atmósferas resultantes tienen el carácter borroso de los sueños o la memoria. El sfumato es también el código para descifrar el drama pasional que protagonizan Roberta y Lautaro.

Bajo esta premisa, el escenario del Eugene O’Neill se convierte en un enorme lienzo sobre el que los personajes plasman una historia hecha de encuentros amorosos, recuerdos y ausencias. Al principio, no podemos apreciar dichas ausencias porque la eficaz dirección de Juan Pablo Cambronero nos hace creer que Roberta y Lautaro siempre están juntos cuando los vemos en el departamento de ella. Lo cierto es que no es así.

Aunque los personajes habitan el mismo espacio y reaccionan a los soliloquios del otro, surgen indicios que nos obligan a dudar. Por ejemplo, los profundos silencios de quien permanece en actitud de escucha o el inexplicable alejamiento de dos cuerpos llenos de deseo sugieren que entre ellos hay una brecha de tiempo, borrosa –eso sí– como lo dicta la técnica del sfumato.

Poco a poco, la iluminación, las proyecciones, las sonoridades y el trabajo actoral van sumando capas que terminan de darle forma y sentido a la totalidad del “cuadro” y, simultáneamente, al inesperado giro de la historia. La revelación que experimenta el púbico evidencia que cada signo –formal e interpretativo– fue bien utilizado para ejecutar un sfumato en el espacio tridimensional de la escena.

El equipo de Eliella Teatro yuxtapone tiempos y lugares del pasado en el presente del público. Al hacer esto, reivindica el valor de la memoria como materia prima de la creación y nos invita a pensar que la vida es la síntesis de miles y miles de capas en las que reposan afectos, deseos y vivencias. En última instancia, Sfumato es el retrato escénico de dos memorias tan encadenadas entre sí que difuminan sus contornos para volverse una sola.

Andrea Oryza y Dennis Quirós trabajan en un registro que les exige saltar desde la contención hasta los límites del desbordamiento. Esta dinámica implica un generoso acopio de energía, precisión e intensidad que administran con inteligencia. A la vez, deben esconder sus motivaciones para no adelantar los giros de la trama. El desempeño de ambos es notable, aunque, como es usual en nuestro medio, los yerros en la emisión de textos provocaron fisuras en la verosimilitud de algunos pasajes.

Sfumato es un espectáculo hecho con rigor en cada uno de sus ámbitos. La dramaturgia que lo antecede es ejemplo de una escritura posmoderna que toma partido por la incomodidad de lo fragmentario, discontinuo y ambiguo. Esto supone un mayor compromiso de la audiencia al momento de reorganizar los estímulos que recibe. Sin embargo, el esfuerzo bien vale la pena pues la historia de Roberta y Lautaro, más que un cuadro borroso, podría ser el diáfano espejo de nuestras propias vidas.

La obra

Dirección y dramaturgia: Juan Pablo Cambronero

Actuación: Andrea Oryza (Roberta), Dennis Quirós (Lautaro)

Video: Carolina Arias

Espacio: Jennifer Cob

Movimiento: Gustavo Hernández

Música: Arthur Schroeder

Vestuario y producción: Andrea Oryza, Juan Pablo Cambronero

Producción y diseño gráfico: Eliella Teatro

Asistente general: Sofía Crudge

Fotografía: Mary Vargas

Espacio: Teatro Eugene O’Neill

Función: 25 de junio del 2021

Eliella Teatro: del escenario al mundo

En 2011, el director, dramaturgo y actor Juan Pablo Cambronero echó a andar un proyecto que le permitiera explorar inquietudes estéticas propias. Así nace Eliella Teatro. El colectivo ha extendido su labor al campo de la capacitación con laboratorios guiados por maestros internacionales. También incursionaron en el audiovisual, el diseño de vestuario, la dramaturgia y la creación musical.

Desde sus inicios, Eliella ha participado en más de treinta montajes escénicos y proyectos audiovisuales en Costa Rica, Ecuador, Guatemala y otros países latinoamericanos. Algunos títulos son Tercero Incluido (2011), Sin Nombre (2012-13), Método (2016), El Mejor Lugar (2018), Cúmulo (2018) y Sfumato (2021).

En aras de internacionalizarse, la agrupación abrió una sede en Guatemala y, en tiempos de pandemia, participó en la red de agrupaciones escénicas latinoamericanas que mantuvieron vigente la actividad teatral gracias a las plataformas virtuales. De esa manera, Eliella se codeó con grupos de la talla del Teatro de los Andes y Malayerba. Además de Cambronero, el proyecto incluye –en su versión costarricense– a los intérpretes Andrea Oryza y Dennis Quirós. Para noviembre de este año, el grupo presentará Sfumato en la clausura del Festival de Teatro de Mendoza, Argentina.

Más información en facebook con el identificador @EliellaTeatro.