Zapping: Risa de la buena, nacional y en la red

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A mí me llegó la noticia de La vuelta hace un par de semanas, pasada la medianoche. Vi el piloto de esta comedia en Internet cuando ya estaba bostezando, listo para dormir. Hora y media después todavía estaba despierto, riendo, y no me cobijé hasta que vi el último episodio publicado. Todavía estoy por resolver qué fue lo que me enganchó . Tentativamente me inclino por su autenticidad, una palabra tan manida que no puedo escribirla sin que me tiemble el pulso.

La vuelta es una comedia de factura nacional que se transmite desde abril por el canal de YouTube de LaVueltaCr, y merece más atención.

En ‘La vuelta’ fuman marihuana, y listo . No hay discusión, ni debate sobre las drogas. La excusa para que la serie se mueva la plantean dos personajes, dos amigos, que en cada episodio buscan un nuevo proveedor, lo que los pone en frente de los personajes más extravagantes.

Cuando nos percatamos de que Raúl y Raúl son los nombres de los amigos, ya nos dan la pista de que estamos frente a una serie que nos habla de coincidencias intrascendentes, de absurdos cotidianos y de cacofonías jocosas. Cuando nos enteramos de que los actores, directores y productores también se llaman Raúl (Sánchez) y Raúl (Cabrera) , nos llega la segunda pista de que la serie tiene olor a calle, de que hay mucha vivencia volcada sin filtros en esta producción.

La vuelta tiene el espíritu descarado y sin concesiones propio de una banda de garaje; también es una serie en la que hicieron la tarea de estudiar los delicados botones de la comedia. Raúl Cabrera, por ejemplo, es comediante de oficio y se interpreta a sí mismo en la serie. También es común la aparición de otros muchachos del gremio nacional del stand-up como invitados en la producción. ¿Por qué la serie hace reír? Uno adivina que es porque quien puso cada episodio en papel es un comediante.

La serie tiene un olor a hecho en casa, lo que no quiere decir que sea un producto hechizo. Sus argumentos no plantean grandes conflictos, y eso se agradece. Por el contrario, los suyos se pueden resolver en tres líneas. Por ejemplo, los amigos andan buscando una dealer a quien terminan atropellando . La creyeron muerta durante todo el episodio, pero ella se despierta espontáneamente, sin daños, y se marcha sin más. ¿Dónde está la gracia?: en los diálogos del entretanto.

Claro que el consumo de marihuana es un tema tabú. Si la serie se aprovecha de ello es solo lateralmente, porque su centro gravita en relaciones humanas universales: amistad y amor.

Tiene razón un colega cuando me comenta que los primeros episodios de esta serie web eran más divertidos, porque el absurdo corría libre por los pocos minutos que duraba cada capítulo. A medio camino, la producción decidió que se debe contar más sobre lo que pasa entre los personajes, alarga algunos episodios y se desarrollan las intrigas amorosas. Sin embargo, la comedia sufre un tanto , y algunas líneas del argumento no llegan a buen puerto.

La serie tiene unos libretos bien acabados para sus personajes masculinos, pero no así para las muchachas. Los personajes femeninos tienen potencial, pero no se aprovecha. Tal vez valdría la pena incluir a una comediante, una mujer, en la escritura de los guiones.

Tengo mis dudas de que la premisa de la serie, ir a hacer “la vuelta”, dé mucho material más antes de empezar a girar en círculos y agotarse. Sin embargo, muchachos, un aplauso por este baldazo de frescura .