Zapping: ¿Es 'True Detective' la próxima gran serie?

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Qué lindo hubiera sido saber de antemano que The Sopranos, Lost, Game of Thrones, Breaking Bad y The Walking Dead se convertirían en series de culto... y haberse apuntado a su legión de seguidores desde el primer episodio.

Pero ese no fue mi caso y por eso les entré tarde a esas y otras series hoy ya consagradas. Me colgué tarde del vagón de la victoria, arrastrado a última hora por el fenómeno mediático y el fanatismo desbordado de aquellos que sí fueron parte de la familia desde los comienzos... los verdaderos creyentes.

Y conste, no ha sido por falta de ganas, sino de tino. En los últimos años me entusiasmé anticipadamente con un proyectos que sonaban muy bien en los promocionales, como Falling Skies , Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. o The Blacklist . En esos tres casos las expectativas que les deposité fueron demasiado altas y ya a mitad de la primera temporada había abandonado el barco.

En el último par de años la única serie que logró amarrarme a lo largo de todos sus episodios fue The Following . El perturbador drama sobre asesinos en serie y cultos homicidas justo acaba de volver en una segunda temporada, y ahí me tiene, al pie del cañón.

Sin embargo, no creo que The Following tenga lo necesario para convertirse en un fenómeno cultural, en un sinónimo a futuro de esta década.

La que sí tiene todo para lograrlo es True Detective.

Este domingo se emite el cuarto episodio de esta producción de HBO y que, para todos los efectos, viene a ser como una excelente película de cine concebida en entregas para la plataforma televisiva.

Empecemos por el elenco, con dos pesos pesados de Hollywood como Hoody Harrelson y Matthew McConaughey, respaldados por la siempre cumplidora Michelle Monaghan. Tener a intérpretes de su talla semana a semana en un mismo programa es un lujo, especialmente en el caso de McConaughey, quien al fin logró ganarse a los críticos y vive el año con más reconocimientos de su carrera (incluso con opciones reales de obtener el Óscar al mejor actor).

True Detective no es una serie para televidentes de poca paciencia: sus acciones tienen un ritmo pesado, casi en cámara lenta; apuesta más a los diálogos que a la acción trepidante y por momentos parece que no pasa nada... hasta que llega el golpe. Sus constantes saltos en el tiempo requieren de concentración y los escenarios en que se desarrolla –en el húmedo sur de Lousiana– oprimen y causan congoja en la audiencia. En resumen: una serie que se esfuerza por hacerle sentir bien mal.

No he perdido detalle de sus primeras semanas e incluso he visto varias veces las repeticiones en otros horarios, pues con cada sentada le encuentro nuevos detalles y lujos que no capté antes.

¿No ha visto aún True Detective ? Aproveche ya para ponerse al día, pues no solo se trata de una temporada corta (apenas ocho capítulos), sino que bien podemos estar ante el nacimiento de la próxima gran serie de culto.