‘The Last of Us’: todo lo bueno de la serie a la altura de ‘Endure and Survive’, episodio 5

Una de las mayores virtudes de la adaptación de HBO ha sido dosificar el drama y, gracias a su formato episódico, ha permitido dejarnos reflexionar sobre las pérdidas y el dolor de este mundo posapocalíptico

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Con prácticamente la mitad del camino recorrido (la serie tendrá nueve episodios), se puede decir que The Last of Us ha tenido más méritos que bemoles.

La gran apuesta de HBO para este primer semestre del 2023, ha dejado más que satisfechos a su híbrido público; mitad fiel de las producciones del canal, mitad derivada de la fanaticada que arrastra el juego.

Craig Mazin, guionista a cargo de la adaptación, ha sido certero con muchas de las decisiones tomadas, al menos a la altura de Endure and Survive, título del quinto episodio emitido tempranamente el 10 de febrero a causa del Super Bowl, que se realizará este domingo.

A continuación, algunas reflexiones sobre los logros que hasta el momento ha conseguido la serie. Por supuesto, hay spoilers.

‘The Last of Us’ no es un copy-paste del videojuego

Posiblemente, el reto más complejo de la adaptación era separarse del material base pero mantener la esencia del videojuego. La serie de HBO lo ha logrado al invertir menos tiempo replicando escenas de acción y compensándolo con historias emocionales.

El formato televisivo ha permitido que podamos conocer más de personajes como Tess y Bill, ambos ya fallecidos a estas alturas. Por supuesto, lo temerario que fue el episodio 3 al contar una historia de amor en torno a Bill (algo que nunca ocurre en el juego) es de aplaudir, ya que es una declaración de intenciones de no querer hacer una apuesta segura.

Tras el episodio 4 y 5 conocimos a Kathleen, un personaje inédito y maravilloso, con motivaciones personales, pero con un horripilante halo terrorista que hace recordar a la tía Lydia de la serie The Handmaid’s Tale (2017 - presente).

Además, la serie ha tomado el recurso narrativo de ir hacia atrás y hacia adelante en la historia.

El videojuego es una historia claramente lineal, con uno que otro pequeño flashback, pero en el episodio 1 y 2 se nos muestran prólogos de contexto sobre cómo ocurrió la pandemia; en el episodio 3 vemos a Bill desde que arrancaron los contagios hasta el final de su vida y, ahora, en el episodio 5, retrocedemos en el tiempo para ver los eventos del episodio 4 desde la mirada de dos “nuevos” personajes, como lo son Sam y Henry.

Aprovechando que una serie es episódica; un videojuego no

Y ya que mencionamos a estos dos últimos personajes pues no queda más que decir: vaya, qué dolor.

The Last of Us de HBO ha sido inteligente en “dividir” la historia del videojuego en nueve episodios. Ha sabido elegir dónde terminar cada capítulo y dejar a la audiencia con el corazón en la mano con las respectivas muertes de Tess, Bill, Frank, Sam y Henry, todas dolorosas a su manera.

Esta es una apreciación meramente personal, pero creo que el hecho de que el formato de serie sea episódico permite poder tener más tiempo para reflexionar lo que acabamos de ver. Poder valorar y sufrir cada muerte, y luego quedarse pensando en cada una de esas historias por una semana hasta que vuelva a emitirse otro episodio es un verdadero logro.

Cuando jugué The Last of Us (que aclaro, es mi saga de videojuegos preferida) corría mucho por completar la historia. Al tener una trama tan buena, quería ver qué seguía pasando y poder ser parte de ese mundo. En la de menos, ese frenesí y tener al alcance la continuación de la historia en mi PlayStation hizo que no tuviera esos espacios de meditación que ahora con la serie sí tengo, especialmente tras los fallecimientos de Henry y Sam que son absolutamente demoledores.

Con una que otra libertad narrativa, el guionista Craig Mazin ha sido astuto y no veo razones para temer que la segunda mitad de la temporada sea más que digna.

Después de esta semana, The Last of Us volverá a su horario habitual: quedan cuatro episodios por emitirse cada domingo a las 8 p. m. (hora de Costa Rica) tanto en cable como en la plataforma HBO MAX.

Todo apunta (y es emocionante pensar) que la serie sí podría ser una bocanada de aire fresco dentro de la compleja historia de adaptaciones de videojuegos en el cine y la televisión. Esperemos no equivocarnos y que el cierre nos deje con apetito de más, ya que la segunda temporada está más que confirmada.