'Sons of Anarchy' y un mundo sin héroes

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Jax Teller adora a sus hijos, ama a su esposa, cuida a sus amigos, protege a su comunidad. Jax es bien parecido, su presencia física impresiona, su carisma arrastra. Jax podría ser el héroe de cualquier historia, pero no lo es: Jax es una mala persona.

Jax Teller es el protagonista de Sons of Anarchy , serie de FX que terminó en el 2014 y a la que en su momento no presté mayor atención. No es hasta ahora, a pocas semanas de ser eliminada de Netflix, que pregunté por ella.

La licencia que esa plataforma tiene para con varias de las series más emblemáticas de Fox expira en julio. El que salgan de Netflix implica que definitivamente me quedaré sin ver algunos de esos títulos, por lo que pregunté a los conocidos de Facebook cuál de aquellas series merecía una maratón intensa de despedida. Y por encima de las siempre favoritas 24 , Modern Family y Prison Break , la respuesta de los entendidos fue unánime: tenía que ver Sons of Anarchy a toda costa.

Bien lo describió uno de quienes me la recomendó: SOA es una serie en la que todos son malos. Y así es, pues conforme consumo los episodios de modo frenético (muchas de mis horas de almuerzo y madrugadas de este mes han sido suyas), busco caras en qué persignarme y no lo consigo.

Sons of Anarchy es la historia de un club de motociclistas californianos que se dedica a todo tipo de actividades ilegales. Sus miembros se ufanan del tiempo que han pasado en prisión; son violentos por naturaleza, y se ven como el tipo de sujetos que una familia de bien no quiere como vecinos. Si tal cosa como el infierno existe, acá ya todos tienen tiquete reservado.

Quitando de la ecuación los conflictos morales, los personajes de Sons of Anarchy tienen un atractivo innegable, que provoca sentimientos de culpa en la audiencia. ¿Está bien identificarse con Jax, a sabiendas de que su cuenta de asesinatos crece enfermiza? Todos los que han muerto a manos suyas son seres humanos despreciables, criminales peores que él. Ahí es cuando el sentimiento de culpa no queda en el personaje, sino en el público.

Estos motociclistas quieren a sus amigos como hermanos, dan la vista por ellos, valoran la lealtad por encima de todo. Alrededor suyo gravita una gama de personajes igualmente cuestionable, para los que un daño menor (o colateral) es aceptable en beneficio de un bien mayor.

Sons of Anarchy es el tipo de historia que no debería existir, en tanto el alma fuese de colores. Pero es del blanco, el gris y el negro que nacen personajes como Jax Teller, el bandido noble, “el ladrón bueno”.

Si me acepta la sugerencia, dele la oportunidad a Sons of Anarchy , que es televisión de la más alta calidad.