Aún la ciencia debate si los mentirosos nacen o se hacen, si existe algo predeterminado en el ADN de ciertos individuos que los hace no solo proclives a mentir, sino a hacerlo de manera magistral, embaucando a todos los que se hallan a su alrededor, incluyendo a las personas de sus afectos más íntimos y cercanos.
Sobre historias que se han tejido en la vida real a través de la madeja de mentiras de este tipo de gente, y que han terminado en tragedias, versa la serie de estreno en el canal de series forenses Investigation Discovery, experto en ahondar en la conducta humana que provoca que las personas renuncien a la sana convivencia para tomar el camino equivocado y hacer daño a otros.
Como una secuela de la serie ¿Con quién diablos me casé? , que transitaba exclusivamente por casos de mujeres y hombres que se percataban de engaños increíbles por parte de sus parejas, que llevaban una doble y hasta triple vida, Mentirosos aborda ahora un espectro más amplio de genios del embuste que va más allá de las parejas de novios o esposos (aunque también considera casos inauditos). Se cuentan así las relaciones que sicópatas mentirosos han establecido con familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc.
Hay que decirlo: hay traiciones de traiciones, pero quizá las que más duelen son aquellas que involucran además una relación sentimental.
Por eso, la serie Mentirosos insiste en reseñar historias que han dejado al descubierto a decenas de maridos con sus dobles juegos, y a esposas totalmente engañadas y destrozadas, muchas de ellas de por vida.
Pero si los afectos más cercanos son capaces de hacerle algo así a su pareja, a la que juró amar hasta que la muerte los separase, ¿qué no serán capaces de hacer estos mentirosos patológicos con personas que no son necesariamente tan allegadas?
¿Se ha preguntado usted, por ejemplo, si su mejor amigo, su primo amado o su compañero de trabajo es realmente una persona de confiar?
Por eso, ID va más allá de las historias de mala conducta matrimonial, para exponer a verdaderos Dr. Jekyll y Mr. Hyde al acecho en las relaciones.
Mary Capps, por ejemplo, disfrutó de su nuevo trabajo en el ayuntamiento hasta que su jefe, Dennis Rader, fue arrestado. Ella se enteró luego, por la prensa, en un escándalo que le dio la vuelta al país, que había sido la asistente de un inclemente asesino en serie que durante décadas acabó cruelmente con la vida de decenas de mujeres.
Otro caso es el de un asistente ejecutivo, quien estaba muy orgulloso de su amistad y la confianza que había desarrollado con su sofisticada jefa, la modelo Lisette Lee, quien aprovechaba sus millas acumuladas en viajes de trabajo para traficar droga por todo el país.
Otro caso: el de Brent Jeffs, cuya tranquila infancia en la Iglesia Fundamentalista de los Últimos Días fue solo un espejismo pues, al final, tanto él como decenas de niños se percataron de que el líder de su comunidad y a quien ellos veían como un semidiós, era un tipo corrupto y aberrado sexual que provocó daños en casi todas las familias de la comuna.
Los vecinos tampoco son siempre lo que parecen. Así lo comprobaría una pareja de Ohio al descubrir poco a poco que los sabrosos pasteles que se intercambiaban con sus vecinos, y la aparente afabilidad de ambos, no era más que una mampara para mantenerlos al margen de un oscuro secreto que, al trascender, afectaría a toda la comunidad y se convertiría en un escándalo mayúsculo.
En un caso similar, un hombre se percata de que un vecino realiza extraños experimentos, y, tras caer en sus mentiras durante mucho tiempo, intenta advertir a la comunidad, solo que ya es tarde pues el embaucador ha logrado convencer a todos de sus supuestos inventos, y está convirtiéndose en una celebridad mediática sin que nadie detecte que se trata de un peligro latente.
Un hombre que trabajó toda su vida duramente conoce a un vecino que se convierte en su mejor amigo. Como este es contador y aquel no tiene pericia para manejar dinero, deposita la confianza en su amigo como asesor de inversiones y le da acceso a sus ahorros, bienes y tarjetas de crédito.
Durante un largo tiempo, el confiado hombre cree que su dinero está a buen resguardo e incluso que se está multiplicando, pero, cuando descubre la dura realidad, a sus casi 60 años, entenderá que un mentiroso sencillamente dilapidó los esfuerzos de toda su vida y terminará incluso con su vida misma.