Para bien o para mal (depende de a quién se le pregunte), la versión criolla de Dancing with the Stars baja el telón. Yo, que juego de vivo diciendo que solo consumo televisión de la buena –lo cual no es cierto–, creí que no me expondría al reality show de Teletica más allá de su primera emisión. Sin embargo terminé viéndolo de cabo a rabo, pues mi hija Emma se convirtió en tremenda hincha de la competencia e incluso asistió al estudio Marco Picado a experimentar en vivo la maravilla de la televisión in situ ... y la entiendo (¿cómo olvidar la emoción que sentí, a los seis años, cuando fui a una grabación de Recreo Grande ?).
Hoy en la pista de baile se declarará un triunfador. Sin embargo, muchos fueron los que ganaron y perdieron a lo largo de estas semanas de bailadera.
Alex Costa: Ganador. El humorista vio sus acciones dispararse. Entró al reality como otro cuenta chistes más salido de la maquila de Radio Omega y concluye convertido en el humorista del momento. Hay que reconocerlo: sus participaciones le dieron la risa necesaria a un programa de un tono demasiado sobrio. En lo personal su personaje de Juanca Galindo me sigue pareciendo espernible y tampoco aplaudo el que buena parte de sus rutinas se sustenten en “humor” homofóbico. Sin embargo, al incursionar en el stand up comedy , su paso por la pista de baile lo convierte en uno de los referentes de esa escena.
Alonso Solís: Perdedor. El Mariachi vivió meses de ácido escrutinio tras su muy difundida ruptura matrimonial. El concurso parecía su oportunidad de relanzarse como figura pública pero salió entre los primeros y ya para la final nadie echaba de menos al exfutbolista.
Lorena Velázquez: Ganadora. Al inicio supuse que sería de las primeras en salir y no me equivoqué, aunque ella se la jugó mejor y terminó en una final en la que nadie la veía. Su regreso (de emergencia) le lavó la cara y se probó no solo como profesional en bombetismo de farándula sino como una figura pública que, cuando quiere, arrastra.
Alejandra González: Ganadora. Hacía rato no se veía un regreso tan bien calculado a la palestra. Los menores de 20 años nunca la vieron agitando a los sedentarios con sus aeróbicos de Canal 2, así que Alé Alé empezó de cero. Los años aumentaron su belleza y ahora que volvió a meterse en el radar parece casi lógico que su regreso definitivo a la televisión sea cuestión de poco tiempo.
Maureen Salguero: Perdedora. El que La Tía no llegara a la final es a todas luces una decepción, dado que empezó como la figura más popular entre los participantes. Entró al programa como una aplanadora pero la cuerda se le acabó en el peor momento.
Pedro Capmany: Por verse ¿Cómo que “por verse” cuando ahora todas las doñitas de Costa Rica lo adoran? Pues porque su nueva fama le llega no por los motivos correctos. Pedro es músico por encima de bailarín y desde niño se empezó a forjar una carrera con guitarra y micrófono, luchando por desmarcarse del peso del apellido sin negar su herencia. Su soltura en la pista efectivamente fue una agradable sorpresa y sus aportes al programa siempre fueron positivos. Sin embargo, su nueva fama de bailarín bien podría significarle, cuando de promover su música se trate, más sombra que luz. En su caso, sinceramente espero estar bien equivocado y que el tiempo termine por mostrarme mi error.
Randall Vargas: Ganador. Muchos años han pasado desde que Randall empezó en la cabina de 103 y frente a las cámaras de Canal 38. Si bien hoy lo suyo son los deportes, la música fue su escuela y programas de entretenimiento le sientan bien. El que su consolidación como conductor se diera justo en las mismas semanas en que Teletica le mostró la puerta de salida a Edgar Silva no deja de ser llamativo.
Repretel: Ganador. La televisora de La Uruca hizo una jugada maquiavélica y programó dos partidos estelares de Saprissa para la noche de domingo –oh coincidencia– justo a la misma hora de Dancing with the Stars. Teletica, copropietaria del equipo morado, no tuvo más remedio que pasar la gala bailable para el sábado y evitar el choque... aunque, claro, la explicación oficial fue menos intrigante y divertida.
El veganismo: Perdedor. Esta corriente de alimentación y filosofía de vida se convirtió en un mal chiste en las desafortunadas intervenciones de César Melendez. Vale decir que el juez de los anteojos de abuelita se pasó de pega con su deseo de robar más atención de la que le correspondía e, irónicamente, hizo lucir mejor a Flor Urbina y David Martínez.
Teletica: Ganador. Al canal de La Sabana hace rato le cayó la peseta de que no necesita quebrarse la cabeza inventando el agua tibia cuando puede comprar recetas ya probadas y darles su sazón. Dancing with the Stars no pasará a la historia como su mejor programa pero sí como uno efectivo y rentable, aún cuando el apelativo de “stars” les quedaba grande a muchos de los invitados. Pero eso es otro cuento.