‘Salones mediocres’: Belleza en estado de coma

La serie Salones mediocres pone al descubierto cómo un mal tratamiento estético puede salir más caro de la cuenta

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Reza el dicho que “para ser bella hay que ver estrellas”. En la actualidad, parecen ser cada vez más las mujeres que están dispuestas a dejar cuerpo y alma por conseguir la transformación física que tanto desean, sin importarles las consecuencias que una decisión como esta pueda acarrear.

Conocer las historias que se esconden detrás de algunas malas praxis hechas en centros de belleza del Reino Unido, es el nuevo propósito de la presentadora Jessica-Jane Clemente, rostro de la serie Salones mediocres .

El programa de estreno en Discovery Home & Health, revela que la falta de regulación, cuando de belleza se trata, puede tener terribles consecuencias físicas en las víctimas, al punto de obligarlas a pasar por quirófanos.

A lo largo de los episodios, Clemente mostrará cómo los esteticistas y los estilistas de dicho país se preparan y estudian para obtener un diploma solo si lo desean, lo que significa que cualquiera puede abrir un salón sin estar debidamente preparado.

Por increíble que parezca, la industria de la belleza no está regulada en la mayoría de ciudades del Reino Unido haciendo que, en algunos casos, quienes han confiado en estos tratamientos hayan tenido muy malos resultados.

La dinámica es muy sencilla, la presentadora entrevistará varias víctimas, al mismo tiempo que enfrenta a los dueños de algunos de los salones responsables para conocer sus versiones sobre lo sucedido.

A partir de allí, el objetivo es identificar al causante de los problemas para que estos casos no se vuelvan a repetir, y que estos lugares mejoren sus servicios y capaciten adecuadamente a todo su personal.

Por ejemplo, en uno de los capítulos, una mujer que está a punto de casarse ve cómo un procedimiento daña por completo sus pestañas, además de que la migropigmentación de sus cejas no coincide la una con la otra, lo que obvio le genera un gran contratiempo.

“Es importante que una mujer que opta por un maquillaje semipermanente verifique que está recurriendo a expertos certificados. Cada vez son más las personas que se hacen llamar profesionales, cuando solo compran un kit por Internet y aprenden por tutoriales web. De eso no se trata”, explicó Clemente a medios internacionales.

Más allá de las implicaciones económicas, la serie revela el alto costo emocional de recurrir a manos inexpertas.