El martes debutó como presentadora de televisión con Entre nos con Thelma, su programa tipo talk show en el nuevo canal 9.
Su presencia en la pantalla chica causó reacciones diversas en las redes sociales: algunos resaltaron su carisma y originalidad; otros la calificaron como “gritona” y de siempre querer robarse el show.
A sus casi 51 años, la actriz y bailarina Thelma Darkings no se arrugó ante el reto de competir, de martes a viernes, con Noticias Repretel y Telenoticias, a las 7 p. m.
Ella tiene claro que en canal 9 apostaron por ella como su caballo de batalla para tratar de posicionarse ante la teleaudiencia nacional, como la misma afrocaribeña lo evidenció.
Viva habló con ella el miércoles pasado, cuando apenas se había emitido el primer episodio de su show. En la tarde, mientras la lluvia amenazaba la capital y el frío congelaba el cuerpo, Darkings atizaba la conversación con respuestas en las que defendía su nueva faceta.
¿Se considera el fichaje más carismático de canal 9?
El canal tiene una línea de persona y siento que califico con lo que el canal pide, lo digo con toda la modestia. Es rico porque soy abrazona, besuqueona y todos podemos abrazarnos y besarnos. Existe un ambiente familiar espectacular.
¿Le mete presión el hecho de que en el canal la consideren como su caballo de batalla?
Me parece maravilloso. Qué rico que a los 50 años me consideren en televisión un caballo de batalla. Es trabajo, me gusta el proyecto nuevo y le estoy echando todas las ganas.
¿Qué pensó cuándo le dijeron que programarían su show a la misma hora que los noticiarios estelares de los canales 6 y 7?
Que tiene que hacerse un programa con mucho más respeto al público. A nivel personal, asumí un compromiso de instruirme y leer más para que la gente sepa que va a tener un programa que la respeta.
¿Cómo asume ese gran reto de restarles audiencia a esos noticiarios y dejarle un buen colchón al nuevo noticiario de canal 9?
Feliz. Si hay que leer más, leeré. Me piden ser un poquito más de lo que soy: muy buena lectora y me gusta mucho la investigación. Tengo un gran equipo de trabajo.
¿Dudó en algún momento en aceptar la propuesta?
No. El que tiene miedo no es más que un esclavo de la vida.
¿En qué se basará para determinar si su programa es exitoso o no?
La gente lo va a decir. Ayer (el día del estreno del show) mi celular reventó. Lo mismo sucedió con mi perfil y el del programa en Facebook. El pulso está en la calle y yo soy del pueblo. Yo camino, voy al mercado. Eso me lo da el pueblo.
¿Tuvo que modificar su agenda para asumir ese proyecto y también seguir en su carrera como actriz?
No la modifica, sino que la acrecienta con compromisos. Por ejemplo, la gente que quiere pautar en el programa me pide entrevistas. El compromiso no es tampoco desagradable. Es divertido y la vida es para vivirla intensamente y esto me genera más intensidad.
¿Cuáles cree que, con los primeros episodios que ya grabó, son las fortalezas del programa?
Que la gente se entera y se informa con risa, de manera divertida.
¿Y en qué temas se enfocarán?
Vamos a tener gente común y corriente y otros que todo el mundo conoce. Por ejemplo, queremos tener al Chino Lee (Eduardo Lee); queremos hablar de futbol, de infidelidades, de amor a primera vista, de género, pero de la manera más agradable, sin que eso le quite el peso y seriedad al programa.
¿Y las debilidades del show ?
No creo que sean debilidades, sino más bien puntos por cuidar. Lo que debe tener es el invitado indicado. Ese es el punto más importante del programa, no tanto el tema.
Durante el lanzamiento del canal, cuando se presentó el adelanto del show, aunque algunos cibernautas destacaron su autenticidad y “buena vibra”, otros reaccionaron en contra de usted. ¿Leyó los comentarios en redes sociales?
Fíjate que no. No me preocupa ni me interesa, porque qué torta si en la vida no se crea controversia.
¿Qué nos puede decir de lo que comentaron acerca de que usted es una gritona y la compararon con Maricruz Leiva?
Qué vacilón porque Maricruz es como es y yo soy como soy. Gritonas, pero somos así, no estamos copiando a nadie. Si no les gusto, hay otras opciones de canales. Es un honor que me comparen con ella.
Otros escribieron que a usted lo que le gusta es robarse el show...
La gente no entiende que soy calva, negra y grandilocuente. Eso es inevitable y no me robo ningún show. Yo llego a un lugar con personas diferentes a mí y todos me vuelven a ver, aunque yo esté callada. Es un asunto del ángel, carisma y forma de ser de cada quien. Hay gente a la que le gusta el bajo perfil y aunque yo trate, no logro tenerlo.
¿Cuál cree que es su principal virtud al momento de grabar?
Soy muy honesta con el televidente y la gente que ha ido al set lo ha sentido así. No soy más ni menos que eso: soy muy feliz.
¿Qué balance saca del estreno del programa?
Me gustó. Siento que debo mantener un poco más de chispa de alegría. Por la hora, no se puede caer en lo muy serio, aunque siempre respetando el tema que se abarque.
Algunos twitteros le dieron duro al programa. ¿Qué piensa de eso?
Cada mañana me baño con aceite de oliva para que todo me resbale, porque si eso no ocurre, uno sufre y se atormenta. El punto es ser feliz para que llegar a buen puerto, de lo contrario, no funciona. Siempre habrá gente que hace eso y que no es de empuje, por lo que le es más fácil criticar negativamente.
¿Tendrá usted la vitalidad y la fortaleza para confrontar a los invitados cuando se hable de temas polémicos o será muy light?
El programa no es light, sino divertido. No se trata de humillar a nadie ni que nadie llegue a humillar. La idea es que la pasemos divinamente y que los televidentes conozcan temas de importancia. Es jugar con la televisión.
¿Quiere decir eso, entonces, que no habrá confrontaciones?
No tendremos eso de decir “¡que pase el desgraciado!”... (se ríe a carcajadas). Pedí desde el principio que no fuera así, porque yo soy equilibrio, balance y paz. Ya la gente está lo suficientemente agresiva como para no hacerla sonreír.
Una de las dudas que genera un programa de ese formato es si en nuestro país existen personalidades para tener invitados cuatro días a la semana. ¿Lo analizaron?
Claro que alcanza porque existen otras opciones como salir a grabar a la calle. Eso lo quiero hacer, porque es maravilloso. Sí da para mucho y eso dependerá de qué ángulo le demos al tema.
¿Quién es la figura de su programa, usted o los invitados?
Los invitados. Ya de por sí el programa se llama Entre nos con Thelma Darkings. Ellos son los lindos, los importantes y los que tienen que lucirse.
Mucha gente se refiere a usted como “la negra”. ¿Le molesta eso?
Para nada, mientras que la manera sea cariñosa, porque existen formas despectivas. Sé leer perfectamente entre líneas cuando algo es con o sin cariño. Por eso digo que no leo los comentarios negativos, porque veo en eso la amargura y la tristeza de quienes los escriben.
¿Tendrá su show a personalidades extranjeras?
Sí, claro, pero primero tenemos que calentar con el ámbito nacional. Vamos con lo mío primero.
Visualicemos a un televidente, que, a las 7 p. m., decide entre ver noticias del 6 o del 7 o ver Entre nos con Thelma. ¿Por qué debería escoger la segunda opción?
Porque necesita dormir en paz y saber que mañana se levantará y saldrá de la casa sin miedo. Vamos a decirle: “Ríase antes de dormir”.
¿Ha estudiado programas extranjeros con el mismo formato del suyo para aprender o ha apelado a la originalidad y a la autenticidad?
Estudio a mi población y a mi Costa Rica. Si se ve en España, hay muchos programas, pero son groseros de palabras y en la manera de tratar a la gente. Lo mismo sucede en Puerto Rico, México y en todos los países. El nuestro no será así. Será suavecito, sin quitarle peso.
¿En qué más proyectos trabaja?
Tengo una película con Santiago Fornaguera que ya casi comenzamos a grabar. Tenemos una obra de teatro llamada Pueblo prevenido. Estoy con el grupo Metamorfosis, con el que recién terminamos temporada. Sigo dando clases de baile en mi barrio dedicadas a Dios.