Cada año, millones de mujeres y hombres gastan miles de millones de dólares en tratamientos cosméticos que van desde la cera hasta la abdominoplastía.
Pero, ¿qué pasa si algún cirujano falla en una operación de senos, o un esteticista pone mal un bótox o un estilista echa a perder un cabello?
En esta serie expertos líderes de la industria cosmética, se reúnen con víctimas del engaño a manos de cosmetólogos que no son profesionales.
En cada episodio, estos consultores conocen a cinco pacientes y examinan sus infortunios estéticos para darles consejo y/o referirlos al especialista o tratamiento que podrá resolver su problema.
Y es que el culto por la belleza y la búsqueda desenfrenada por la eterna juventud se ha disparado paralelo a los avances de la medicina y las novedades que aparecen todos los días en el mercado para lograr narices perfectas, abdómenes planos, cutis envidiables y glúteos de piedra.
Pero, ¿qué ocurre cuando ese paciente se mira al espejo y descubre que la cirugía o el tratamiento cosmético resultó un fiasco? ¿Cómo revertir los daños y enfrentar las complicaciones que podrían provocarle una desfiguración o, incluso, la muerte?
Desastres totales
Esta serie de Discovery Home & Health desarrolla, de la mano de expertos en cirugía plástica, dermatología y profesionales en tratamientos capilares, los casos de malas praxis cometidas por pseudoprofesionales en el campo de la estética y de los desesperados clientes que no saben qué camino tomar para recuperar su aspecto, recobrar el autoestima y salvar sus vidas.
Según la página oficial de este canal, en cada episodio, los consultores y presentadores del programa conocerán a cinco pacientes y repasarán con ellos sus infortunios estéticos para darles consejos o, bien, referirlos a los especialistas que les podrán resolver sus problemas con los tratamientos adecuados.
Saldrán a la luz casos de mujeres que sufren porque sus implantes de senos se realizaron con materiales de dudosa procedencia o técnicas inapropiadas; jóvenes que acudieron a quienes se hacían pasar por estilistas profesionales y ahora sus cabellos son una completa desgracia o personas que deseaban eliminar sus arrugas y les aplicaron mal el famoso bótox, entre otras historias tenebrosas, desgarradoras e increíbles.
En uno de los episodios más dramáticos, un hombre de muy buen ver, si acaso de 40 años, acude desesperado y arrepentido por la barbarie a la que fue sometido, según él mismo lo acepta, por su absoluto y absurdo afán de vanidad.
“Yo siempre me he considerado muy atractivo, no tenía problemas de ningún tipo, siempre he sido muy cuidadoso con mi aspecto y empecé a fijarme más y más metas en el gimnasio, hasta que empecé a buscarme defectos que no tenía y a obsesionarme, según yo, con la perfección”, narra con un tono apesadumbrado mientras los especialistas lo escuchan atentamente.
Aunque a simple vista no se nota cuál es el defecto terrible del que habla, cuando el médico finalmente le pide que se quite la camisa y le muestre qué fue lo que pasó, queda al descubierto una verdadera pesadilla.
Él optó por colocarse implantes de pecho para que sus músculos fueran más tonificados y varoniles.
La pesadilla
Los resultados, en un principio, le gustaron, pero muy pronto empezó a sentir molestias en uno de los pechos y ahí empezó su víacrucis: tras acudir al médico que lo operó para que le corrigiera el problema, solo obtuvo más y más líos, pues el remedio fue peor que la enfermedad y, al final, le extrajeron el implante del pecho en buen estado, mientras que el otro quedó prácticamente deforme, como el busto de una mujer.
Casi al borde del llanto, el hombre se pone en manos de los gurú de Belleza en emergencia, con resultados fantásticos.
Una joven estudiante de aviación llega con un problema no tan grave, pero igualmente traumático.
Ella es negra, pero siempre ha querido tener el cabello lacio, por lo que recurre a un tratamiento que supuestamente le alaciaría el pelo “como si fuera una oriental”.
Al quitarse la pañoleta, se observa el desastre y se entiende el por qué de su trauma, pues lo que le queda de cabello es una especie de alambre rostizado. De nuevo, los expertos harán lo que mejor saben para devolverle la paz a la hermosa muchacha.
Aunque el espacio no pretende crear pánico entre la población que decide realizarse una cirugía plástica o un tratamiento cosmético, sí hace un llamado para que las personas no se dejen engañar por quienes carecen de experiencia y se hacen pasar por profesionales, cobrando tarifas por debajo de lo usual.