La piratería en Internet es un monstruo de infinitas cabezas. No cabe otra cosa que compararla con la monstruosa Hidra de la mitología griega: por cada cabeza que el brazo de la ley le corta, crecen dos adicionales todavía más furiosas.
El proyecto argentino Popcorn Time murió por unas semanas poco después de su lanzamiento en el 2014. La Asociación Cinematográfica de Estados Unidos se echó la gloria de la matanza frente a distribuidoras estadounidenses de cine. Habían coordinado con autoridades en varios países para presionar al grupo argentino a rendirse.
Por temor a las represalias, los creadores originales presentaron en su sitio web una carta en la que confirmaban que iban a abandonar el proyecto. Sin embargo, pasó poco tiempo antes de que otros grupos de desarrolladores de software lo resucitaran más poderoso que nunca.
Ahora la aplicación de código abierto se distribuye tanto para computadoras (Mac y Windows) como para dispositivos móviles (Linux, Android y, con un poco de ingenio para iOS).
El resultado ha sido un proyecto de colaboración entre usuarios, en el que los desarrolladores únicamente le dan mantenimiento a cómo se ve la plataforma: en vez de de mantener la información en servidores particulares, la interfaz indexa de forma estética los archivos BitTorrent. Tal y como lo hace Netflix, solo que sin tramitar y pagar ningún derecho de distribución por el material.
Como en otros servicios peer-to-peer la vigencia y agilidad de descarga radica en la cantidad de los usuarios que albergan y comparten las piezas que conforman cada episodio y cada película.
Este es un crimen en el que todos son partícipes pero nadie es ‘culpable’ . El rastreo de cada terminal es virtualmente imposible bajo legislaciones confusas e inteligencia policial sin el equipo humano y tecnológico para aplicarlas.
Precisamente por ello el servicio ha sido más popular fuera de países que tienen el arsenal legal para defenderse o que han sabido saciar a los consumidores ávidos por tener pronto y fácil sus series y películas favoritas.
Para poner un ejemplo de su efectividad, días antes de su estreno en Costa Ric a, Popcorn Time ya tenía producciones como 50 sombras de Grey , Terromoto: la falla de San Andrés , y más recientemente, Unfriended .
Popcorn Time ha cimentado su popularidad no solo gracias a lo ambiguo de su estado legal, sino principalmente porque ha logrado solventar un problema que Netflix, Hulu, Amazon Prime y otras plataformas que juegan limpio no han logrado siquiera detectar: pueden saciar provisionalmente al hambriento de contenido, pero no pueden cortarle las manos a todos aquellos que, por tener necesidades en un mercado limitado, aprendieron a pescar su propio entretenimiento.