‘Olive Kitteridge’: Una tristeza tan ácida y tan hermosa

Olive Kitteridge llega a HBO, y cuenta las mínimas y profundas angustias de una familia de clase media, interpretadas con todo su arsenal por Frances McDormand, Richard Jenkins y Bill Murray

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Olive Kitteridge camina tranquilamente sobre la hojarasca seca mientra se interna en la arboleda. Se detiene y lleva el cañón de un pistola hacia su cabeza. Esta es la escena de bienvenida en la nueva miniserie que trae HBO a Latinoamérica.

La historia lleva el nombre del personaje, y se basa en la novela homónima, ganadora del Pulitzer, de Elizabeth Strout. La serie, dirigida por Lisa Cholodenko, narra la vida familiar y comunitaria de Olive, la profesora de colegio que todos odiábamos con esmero y la madre que resultaría muy difícil de querer.

¿Por qué estaríamos dispuestos a ver cuatro horas de una persona seca, con un temperamento hosco, ácido y depresivo? Lo haríamos porque es también un personaje cautivante.

Ella es una mujer que pasa por alto las inanidades que lubrican la vida en comunidad –no esperemos de ella un ‘hola’ con una sonrisa–; pero, al mismo tiempo, tiene un ojo afilado para lo importante, para ver profundamente en las tormentas internas de la gente que la rodea.

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La serie tiene cuatro episodios de un hora, y HBO los transmitirá en duplas durante dos semanas.

En ese tiempo veremos la historia de una problemática familia de clase media, en un sombrío pueblo de la costa Maine, por un espacio de tiempo de 25 años. Presenciaremos el envejecimiento de sus protagonistas o, lo que es lo mismo, su mutación en personas distintas.

Olivia dice que la depresión corre en la familia: “Y estoy feliz de tenerla, viene aparejada con ser inteligente”.

Dupla poderosa

Si uno quisiera encontrar una mala reseña sobre la actuación de Frances McDormand en el papel principal tendrá que perder mucho tiempo en Internet.

Ninguna reseña sobre la miniserie obvia el inmenso talento que la actriz despliega para trabajar con un papel tan retador. También son muchos los halagos para la interpretación de Richard Jenkins, quien encarna a Henry, el sereno y amoroso esposo de Olive.

En una entrevista con el actor, mantenida por la misma gente de HBO, le preguntan cómo explica que alguien con el carácter chispeante de Henry siga aguantando a Olive.

“Él la ama. Es también parte de su educación: uno hace un compromiso y vive de acuerdo con él. (...) Ellos están en una relación muy complicada, profunda, emocional”.

Una de las mayores cualidades que la crítica ha encontrado en la miniserie es ese retrato honesto de la mutabilidad de la relación entre dos esposos a lo largo del tiempo, algo que no es común encontrar en televisión, desde Los Simpson , y ni siquiera en Breaking Bad .

La diferencia y la novedad que trae esta nueva miniserie de HBO es que se toma el tiempo para mirar atentamente.

“Muestra cómo el tiempo y la tragedia pueden hacerlo a uno recorrer un círculo completo en el matrimonio, empezando del amor hacia el odio, a la desesperanza, y de vuelta al amor, si uno es lo suficientemente afortunado para sobrevivirlo todo”, expresa una reseña de NPR.

Otra aparición brillante en la miniserie viene con el talento de Bill Murray, quien interpreta a Jack, un solitario viudo que traba amistad con Olive.

La frase que ella cruza con él cuando se lo encuentra por primera vez es: “¿Está usted muerto?”. Están en el parque, y ella lo encuentra tirado en el suelo. Él, todavía tumbado, trata de contarle cómo, al parecer, se desvaneció hasta que se topó con una mujer que graznaba: “¿Está usted muerto?”.

La charla muestra el sutil humor negro que alivia tensión en un drama de tanto peso.

Tele y literatura

Olive Kitteridge pertenece a una tendencia que no le es ajena a HBO, como lo es la adaptación de obras literarias a series o miniseries. Hace bastantes años ya había traído Band of Brothers (2001), miniserie de acción bélica basada en la obra de Stephen E. Ambrose.

Después se había colgado de las creaciones literarias de épica fantástica y de intriga palaciega de George R. R. Martin para crear la exitosísima saga, aún activa, Game of Thrones .

Estas son producciones que buscan mantener al espectador al filo se su asiento. Olive Kitteridge , por el contrario, a quien mantendrá al filo del peñasco es al corazón del espectador, así como a su idea del significado de la vida.

Esta es una serie en la que flota un callado pavor existencial, y que, para The New York Times , “es un raro tesoro, un medido y subvalorado retrato del matrimonio que encuentra poesía en las circunstancias y lugares más prosaicos”.

La guionista Jane Anderson ha recibido muchos aplausos por la adaptación de la obra. El actor Richard Jenkins es uno de quienes alaban esa traducción del papel a las imágenes.

“Sé que es una miniserie, pero así es como la veo: como una película de cuatro horas. El espíritu del libro está ahí, en los platillos que comemos, en los carros que conducimos, hasta en las flores que Olive planta en el jardín”.

Por su parte, Lisa Cholodenko ha recibido halagos por la sutileza en la dirección. Ella ya había sido reconocida por su tratamiento –entre cálido y desgarrador– del drama familiar The Kids Are Allright , su película del 2010.

La crítica Emily Naussbaum, de The New Yorker , destaca que la directora trata a su heroína “con la generosidad que ella a menudo tiene problemas para mostrar a quienes la aman”. Para la crítica, la directora “respeta la miseria sin sucumbir ante ella”.

Olive Kitteridge también cuenta con la producción ejecutiva de la guionista y de la propia Frances McDormand, así como con la dupla de Tom Hanks y Gary Goetzman. La colaboración entre ambos ya es de larga data, pues antes habían trabajado en las premiadas The Pacific , John Adams , Band of Brothers y From the Earth to the Moon .

En la serie flota un callado pavor existencial. Es cine, digámoslo de una vez, que se cocina a fuego lento.

A pesar de que buena parte de la acción se centra en la pareja de Olive y Henry, así como en la relación con su hijo Christopher (interpretado por John Gallagher Jr., de The Newsroom ), la miniserie también se toma su tiempo para salir de casa y pasear con ella por esa comunidad tan desapacible.

En ocasiones, Olive nos sirve de observadora para fijarnos en otras gentes. Ella pasa visita por su pueblo para mostrarnos que no solo su vida está llena de pesos y complicaciones que nos llevan al meollo del asunto: “Dame una razón para levantarme por las mañanas”, le suplica Bill Murray en la voz de su amigo Jack.

Ella solo es una profe de mate, no hay que pedirle tanto, aunque en estas circunstancias parece que es la única que puede echar una mano.

El eslogan de la serie no puede servir de mejor conclusión: “No existe tal cosa como una vida simple”.