Jon Snow está muerto. Así, sin más preámbulo, comenzó la sexta temporada de Game of Thrones . La serie de HBO regresó en medio de un clima de altas expectativas y muchísimas preguntas.
De dichas preguntas, pocas fueron resueltas. Ni siquiera la muerte de Jon Snow puede tomarse como definitiva –y, por lo tanto, este artículo no puede considerarse un spoiler todavía–: la trama se encargó de que la especulación se mantenga viva y, conociendo los usuales giros de Game of Thrones , no sería de extrañar que la duda se extienda durante varios episodios.
Pese a todo, el episodio fue indudablemente intenso y significó un gran avance para los arcos narrativos de muchos de los personajes de la serie.
Ninguno, sin embargo, fue más impactante y significativo que el visto en la última escena del episodio –si usted no ha visto el capítulo, no le conviene continuar la lectura–, cuando Melissandre, la Mujer Roja, reveló ser una anciana de muchos, muchísimos años.
El impacto fue tal que, apenas unos minutos después de que la escena apareciera en pantalla, la etiqueta #Melissandre se convirtió en un tendencia mundial en Twitter, con decenas de miles de mensajes al respecto. El hashtag #GameOfThrones fue el tema más comentado de la red desde varias horas antes de la emisión del episodio.
Las primeras críticas del retorno de Game of Thrones se mostraron complacidas por el tono dinámico –frenético, le llamó Jeremy Egner, crítico de televisión del New York Times– del episodio.
“Quizás se trate de una visión demasiado optimista de mi parte”, agregó Egner, “pero da la impresión de que la serie está lista para alejarse de la crueldad y acercarse a la decencia, para beneficio de sus personajes”.
En efecto, el regreso de la serie mostró un escenario casi positivo para varios de los personajes favoritos del público. Aunque esto no es ninguna certeza para el futuro inmediato: dentro de una semana, todos ellos podrían estar muertos.