La noche del domingo fue El Periquito la canción que puso a muchas familias a bailar. Niños y grandes de todas las edades de fijo estuvieron contagiados por la energía y dulzura que transmitió Maromero (Germán Valverde) durante su participación especial en la gala animada de Tu cara me suena.

Al ritmo de “a chiqui cha, chiqui cha, chiqui cha cha cha”, más de uno se levantó del sillón para imitar los movimientos del periquito bailarín.

“Por arriba, por abajo, por delante y por detrás”... todos quedaron encantados y muchos volvieron a los recuerdos de la niñez dirigidos por la experiencia de Maromero, uno de los más reconocidos artistas del entretenimiento infantil en Costa Rica gracias a sus 25 años de experiencia en este ámbito.

La presencia de Maromero en el escenario del concurso de Teletica fue uno de los puntos altos en la velada especial que siempre es una de las más esperadas por las familias porque desde los montajes de escena hasta las presentaciones de los concursantes están cargados de magia e ilusión.

Jueces, participantes, conductores y miles de televidentes desbordaron las ganas de bailar porque la alegría se contagió.

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“Es hermoso el cariño que el público y las familias le tienen al personaje de Maromero, no solo ahora sino desde hace muchos años, es algo que no me canso de agradecer. Nunca pensé en un proyecto de vida como este porque antes yo era educador físico y mi vida era el fútbol; jamás me imaginé que podía mover corazones con canciones”, dijo Maromero vía telefónica la mañana de este lunes luego de repasar la gala mágica en la cual sus hijos David y Diego (Chillax) fueron los ganadores de la noche.

Los hermanos cantaron el tema Hakuna Matata personificando a Timón y Pumba de la película El rey león y vaya que el reto les cayó muy bien porque ellos en la vida real se identifican a la perfección con los divertidos los personajes, tanto que los jueces y sus compañeros de competencia los ubicaron como ganadores de la noche en lo que representó el primer gane de Chillax en esta temporada de Tu cara me suena.

Además de la evidente alegría de Chillax cuando se dieron cuenta de que habían ganado la gala, los jóvenes todavía están más agradecidos por la oportunidad de ayudar económicamente a Fundameco, fundación de la cual son embajadores desde hace varios años.

“Es una celebración, un desborde de alegría. Primero porque ganó la inclusión en Costa Rica que es uno de los valores que consideramos más importantes y luego por tener la oportunidad como familia de recordarle a la gente que todos somos importantes”, afirmó David. La misión de Fundameco es poner a disposición de la sociedad, programas y herramientas que faciliten la inclusión de personas con discapacidad.

En familia

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Lo que se hereda no se hurta y como bien lo dijo Diego, él y su hermano David se habían preparado toda su vida para esta gala tan especial dirigida a las familias porque desde que estaban en el vientre de su madre, Rosita, la familia Maromero ha vivido entre canciones, arte, niños, diversión y mucho amor.

“Esta presentación fue una oda al trabajo de nuestro papá y tenerlo ahí con nosotros nos llenó de mucho más entusiasmo porque queríamos estar a su altura. Desde que nacimos vivimos con estimulación a nivel artístico, vivimos rodeados de este mundo fantasioso, siempre hemos visto a Maromero cantándole a los niños, nos preparamos para este momento y lo disfrutamos al máximo”, dijo Diego.

“Desde siempre nos ha tocado interpretar personajes en los campamentos y en shows de talento. Siempre hemos trabajado al lado de nuestro papá con niños y hemos aprendido a interactuar con ellos, aprendimos la importancia de no salirnos del personaje porque si no se rompe la barrera del mundo de la magia”, agregó David.

Por su parte, Maromero no cabe de la emoción, la felicidad y el orgullo que le provocan sus retoños no solo en Tu cara me suena, sino en todos los proyectos que como hermanos y artistas han emprendido juntos.

“Me siento muy emocionado, por supuesto que sí. Ellos disfrutan mucho de lo que hacen y lo hacen con responsabilidad. En la familia nos pone muy contentos ver que están logrando grandes cosas que no son fáciles de alcanzar, pero lo intentan con el corazón. Dios les dio cualidades maravillosas a cada uno por separado y ellos las trabajan juntos, de eso se trata la vida”, aseveró orgulloso Maromero.

Definitivamente, los periquitos se parecen a su papá.