Mario Segura: Las pasiones del hombre del deporte

El asesor de Teletica Deportes habló sobre lo que significa el periodismo en su vida y su amor por la familia y Dios

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

jessica.rojas

Habría que escribir un libro para contar las anécdotas de más de 40 años de carrera del periodista Mario Segura, su verbo amable y alegre hacen que una entrevista con él se convierta en una conversación amena y colmada de buenos recuerdos.

El INBioparque en Heredia fue el escenario para una entrevista amplia con el periodista de 63 años. Allá, en medio de la naturaleza, Segura abrió el corazón para hablar sobre su profesión, su familia y Dios; de quien se refiere como el eje de su vida.

Varias generaciones han pasado desde que, por primera vez, estuviera frente a las cámaras de canal 6. Eso sí, desde 1989, su casa en la televisión nacional es Teletica.

Su vida gira en torno a sus pasiones más arraigadas: su familia y el periodismo.

Es asesor de deportes en Teletica, tiene una página web y el programa de radio Hoy en el deporte .

Está casado con Virginia Garro, tiene tres hijas y seis nietos, una familia numerosa la cual ha tenido que compartir al papá y al abuelo con el periodista.

Su relación íntima con Dios no la oculta y, por el contrario, habla sobre ella con un orgullo que se le nota en el brillo de sus ojos.

Elegante y hasta coqueto, así también podríamos calificar a este hombre de 1.75 de estatura, amante del baloncesto, del fútbol, del Liceo de Costa Rica y de la UCR.

Josefino de nacimiento, vecino del barrio Los Ángeles, desde joven “la pulseó” para ayudar a su mamá después de salir del colegio.

Entró a estudiar periodismo “por derecho”, como explica, porque su primera opción era ser abogado, pero desistió cuando conoció la comunicación en el Semanario Universidad, periódico del cual es uno de los fundadores, aunque la espinita del periodismo la traía desde el Liceo de Costa Rica, donde colaboró en el periódico colegial.

Se considera un hombre calmado, pero impetuoso en el amor. Cuando apenas empezaba a trabajar y ganaba ¢600 al mes, enfrentó a su suegro para decirle que se iba a casar con Vicky. Dos años después, a los 20, lo hizo. Para ese entonces ya ganaba ¢2.500.

Pasiones. En medio de la entrevista, un grupo de niños de kínder, que hacía un recorrido por el parque, pasó por donde don Mario se tomaba un café. Los pequeños reconocieron al hombre de cabello color plata y lo saludaron emocionados. “Es el del tele”, dijo uno de los niños. Don Mario sonrió hacia la fila de chiquillos y los saludó amablemente. Tras la breve intervención de los chicos, la conversación fluyó.

Era necesario preguntarle por su afición al fútbol. En la calle se escucha que es un “morado envenenado”, pero de una forma muy sincera contestó a la pregunta.

“Saprissa siempre ha estado con canal 7, por eso existe cierta afinidad al equipo. Pero el equipo de mis amores siempre será el de la UCR”, dijo.

Desde el 2010 dejó de ser el director de Teletica Deportes , para “abrirle paso a una nueva generación de periodistas”, sin embargo, su trabajo en el canal no terminó en ese momento.

Ahora se dedica a ser el asesor en temas deportivos, y además presenta el resumen de los domingos y está en las transmisiones de los partidos de fútbol.

“En parte el cambio obedecía también a la necesidad de tener más tiempo para mi vida personal y familiar”, comentó.

Está pronto a tener derecho a la pensión, pero opina que está en la mejor etapa de su vida.

“Para algunos la edad, la pensión y el retiro podría significar cosas negativas, pero yo no siento que estoy así, siento que estoy en la mejor época para asesorar, construir y desarrollar nuevos proyectos”, aseguró Segura.

Esos proyectos de los que habla están ligados precisamente a esa pasión por comunicar. “Quiero escribir un libro, escribo bien y mi esposa es quien más me anima a hacerlo”, aseveró.

Su tiempo libre lo aprovecha con los nietos, Alfredo de 18, Sebastián de 16, Alejandro de 14, Luciana de 10, Maripaz de 5 y Lucía de año y medio.

“No he podido descansar de los niños porque los nietos llegaron muy temprano. No me han dejado cruzarme de manos, pero la vida con ellos ha sido sensacional, estoy tomando mi segundo aire, y el tercero y el cuarto...”, comentó entre risas.

Una buena sacudida. Don Mario fumó tabaco durante 20 años y afirma que: “Ha sido una de las ataduras más terribles que he sufrido. Fue una atadura sin sentido”, aseguró.

Producto de esta adicción, al periodista le detectaron un tumor maligno en su garganta en 1992.

En ese momento, el comunicador tuvo que tomar una decisión de vida, la cual, acompañada de su devoción y su amor por la familia, no le fue difícil encarar. “El cáncer tuvimos que enfrentarlo con un acelerador lineal”, recordó.

“La sacudida de la enfermedad fue tan fuerte que rápidamente entendí que no tenía sentido seguir viviendo igual, y que si Dios me permitía seguir viviendo era para hacerlo de otra manera”, concluyó.