‘Looking’: nuevos hombres, más barbas y posible amor

Looking estrena su segunda temporada con algunos nuevos personajes y más protagonismo para favoritos del público, pero ¿logrará conquistar con calidad a los escépticos?

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Como pocas series, Looking logró, con sus primeros ocho episodios , polarizar a la audiencia. En su segunda temporada, afronta el reto de demostrar si es una comedia dramática plena de sutileza o, simplemente, aburrida como ver pintura secarse.

Para definir el juego, la comedia dramática de HBO lanza grandes apuestas: nuevos personajes, más barbas, escenas de sexo más intensas y un entramado de relaciones románticas que agita las vidas de tres hombres gais de San Francisco, California .

Además, la serie dará mayor proyección a dos personajes que enamoraron a los fans: Raúl Castillo (como Richie) y Russell Tovey (Kevin) –así como a la aguda Lauren Weedman ( Doris), y un atrevido Scott Bakula (Lynn)–. Otra incorporación es Daniel Franzese , conocido por Mean Girls , quien interpreta a un “oso” que trabaja en una organización de apoyo a jóvenes LGBT.

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Looking es escrita y producida por Michael Lannan, con Andrew Haigh (director de Weekend ) como director y guionista. En la capital de la cultura gay estadounidense, Patrick (Jonathan Groff) es un diseñador de videojuegos de 29 años; su mejor amigo y compañero de apartamento es el artista Agustín (Frankie J. Alvarez); y Dom (Murray Bartlett), quien trabaja en un restaurante y, a sus 39 años, se siente atrapado por la rutina.

Los conocimos en sus enredos amorosos que pararon en decisiones difíciles para los tres. El timón de la serie lo lleva Patrick, quien, al cierre de la primera temporada, queda en suspenso entre sus flirteos con Kevin (Tovey), su jefe, y la apasionada entrega de Richie (Castillo).

Fracasos amorosos y laborales, alegrías cotidianas y humor fino: con su mezcla de lo común y lo íntimo, así como la vibra y el encanto de San Francisco, Looking quiere atraer a todo tipo de audiencia, homosexual o no. ¿Podrá convertirse en la serie gay de su época o pasará al olvido tras este ciclo?

Riesgo. Para la crítica y la audiencia por igual, la mayor ventaja de Looking es también lo que la daña: no hay gran tensión ni drama explosivo, sino un acercamiento sutil y delicado a vidas comunes y corrientes. A la luz de shows pioneros como Queer As Folk y The L Word , pareciera demasiado tenue este drama cotidiano teñido de filtros de Instagram pero, según el ojo con el que se mire, es en realidad una apuesta atrevida.

Haigh confesó que esa es su apuesta en una entrevista con The Guardian : “[Lo que hace falta en la tevé] es la naturaleza cotidiana de ser gay. Es ver tele y comer pizza con tu novio, o acostarse en la cama, darse un beso y abrazarse, o ir a los clubes y tener sexo”.

Sin embargo, la serie también ha sido criticada por no incluir a personajes de diversas etnias y diferentes orientaciones sexuales. “Sería un show horrible si tratase de representar cada tipo de persona gay que existe, porque cada persona gay es diferente”, insiste el director.

La crítica de televisión de The New Yorker , Emily Nussbaum, opinó que era fácil subestimar a la serie, pero que valía la pena arriesgarse. Por el contrario, reseñas de The New York Times y The Atlantic han sido menos favorables, pues critican la falta de definición de los personajes, la ausencia de un arco dramático claro y los tenues conflictos. Slate ha publicado algunas de las críticas más duras , denigrando su representación “básica” de la vida gay contemporánea.

Relanzar. La primera temporada no fue un éxito con la audiencia; al menos, no en términos de números. Sin embargo, con su apoyo a series como Girls y Looking , HBO parece estar interesada en que algunos de sus programas vayan más allá de atraer a millones de televidentes: quieren ser parte de la conversación cotidiana y de la cultura pop.

Looking logró un promedio de apenas 749.000 espectadores en Estados Unidos, un número suficiente para que múltiples revistas hablen del programa e, inevitablemente, convoque a más televidentes. Si esa es la apuesta de HBO, se empareja bien con Girls , otra apuesta con bajos ratings pero amplio eco en redes sociales y en trevistas.

Entre las publicaciones que más interés han puesto en la serie están, por supuesto, las revistas dirigidas al público sexualmente diverso, como The Advocate , quien eligió a Hannan como uno de sus destacados “ 40 menores de 40 ” y Out Magazine , que incluyó a Haigh en su lista Out 100. Si se ganan un puesto en el cielo de la televisión está por verse.