Les Luthiers regresan a los teatros argentinos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Buenos Aires. EFE El quinteto argentino Les Luthiers regresó el fin de semana a los escenarios con ¡Chist! , una antología que reúne una selección de los mejores números de este reconocido grupo de músicos humoristas.

Tras estrenar el espectáculo en Rosario, la ciudad que tradicionalmente eligen para el debut de sus nuevas propuestas, llegaron al mítico Teatro Gran Rex de Buenos Aires, para escenificar algunas de las interpretaciones más aplaudidas durante sus 40 años de carrera.

En esta selección de grandes éxitos —que estará en cartelera en la capital argentina con tres funciones semanales, hasta agosto— rescatan algunos números que estrenaron hace décadas y los combinan con algunas de sus divertidas creaciones más recientes.

La función arranca con Manuel Darío , un número en el que celebran el 20 aniversario de un músico decadente con el que logran arrebatar constantes carcajadas del abarrotado teatro.

El hilo conductor del espectáculo es La comisión , uno de los momentos recordados de Bromato de armonio , reconocido show del peculiar quinteto, integrado por Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich.

En ¡Chist! , Les Luthiers vuelven a dar vida a dos políticos corruptos que le encargan a un músico que modifique el himno nacional para favorecer a su propio gobierno.

La agrupación, célebre por utilizar en sus números instrumentos creados por ellos mismos, a base de materiales de la vida cotidiana, recuperan en esta ocasión el campanófano a martillo, para introducir su genial clase de Educación sexual moderna que imparten, representando a un coro de monjes.

Con Rapshody in balls , el grupo vuelve a emplear uno de sus instrumentos más conocidos: el bolarmonio, formado por 18 pelotas de futbol, colocadas en forma de teclado, que emiten ruido a través de unas lenguetas de acordeón.