Las ‘Pussy Riot’: la verdadera historia en HBO

HBO cuenta en el documental ‘A Punk Prayer’ la historia de Nadia, Masha y Katia, miembros del movimiento de artistas feministas rusas llamado ‘Pussy Riot’, quienes fueron acusadas de odio a la religión y juzgadas en un proceso de repercusión mundial.

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Desde que trascendió que la cadena HBO había comprado los derechos de transmisión del documental “Pussy Riot: A Punk Prayer”, estrenado en enero en el Festival de Sundance, la expectativa de la audiencia ha ido en aumento.

Finalmente, este lunes 7 de octubre, a las 9 de la noche, la cadena transmitirá el filme con la promesa de que se trata de la historia “nunca antes contada de esta forma”.

En efecto, los tráilers muestran un documental profundo, descarnado, sesudo, impactante, que detalla la historia de propulsión de las “anónimas feministas rusas del grupo de arte de performance”.

Allí se cuenta la historia del grupo feminista de punk Pussy Riot, que el 21 de febrero de 2012 entró a la catedral de Cristo Salvador, en Moscú, para realizar un espectáculo contra las relaciones entre el presidente ruso Vladimir Putin y la Iglesia ortodoxa rusa.

El filme, de acuerdo con Catherine Shoard, articulista del periódico The Guardian, presenta detalles sobre aquel espectáculo y también ahonda en el contexto cultural de Rusia y los argumentos de quienes ven en el acto de Pussy Riot una fuerte ofensa contra la nación y sus tradiciones.

Dos de las integrantes de la banda continúan encerradas en la cárcel, condenadas a una pena de dos años por vandalismo y odio religioso, mientras que una tercera salió del país temiendo una posible persecución.

Nadezhda Tolokonnikova, una de las condenadas, volvió a llamar la atención del mundo meses atrás, cuando inició una huelga de hambre por los malos tratos que recibe en la Colonia Penal Nº 14. Luego de sus declaraciones, fue confinada en solitario. Artistas como Sting, Madonna y Yoko Ono han protestado contra la condena.

“En el filme vemos cómo algunos creyentes extremos (de la Iglesia ortodoxa rusa) ven que Pussy Riot ha atacado a Rusia, no solo a su religión, y creen obviamente que son patriotas; pero nosotros argumentamos que Pussy Riot quiere una sociedad más igualitaria. No quieren destruir la sociedad, quieren mejorarla” dijo Mike Lerner, codirector de Pussy Riot: A Punk Prayer , en una conferencia de prensa en Sundance.

El filme no oculta su postura a favor de Pussy Riot, según un análisis de The Huffington Post. “Es una película de promoción, y muy orgullosa de serlo, lo cual hace a sus argumentos aún más fuertes.

Esto tampoco significa que los cineastas descartan por completo la otra parte de la evidencia”, afirma ese medio.

En una de las escenas más emotivas de la cinta, la cámara camina a través de la multitud de una protesta ortodoxa rusa de Pussy Riot, liderada por un grupo llamado Carriers of The Cross que nos recuerda a un grupo más tranquilo de personas estilo Hell’s Angels.

“Ellos caminaron al corazón de Rusia y defecaron”, grita una mujer mayor entre la multitud, espetando directamente a la cámara.

El documental basa gran parte de su profundidad en entrevistas con los miembros de las familias, y le ofrece a la teleaudiencia una visión totalmente diferente de la Rusia que se percibía en Occidente incluso en los años 90, cuando ya la Guerra Fría era solo un recuerdo.