‘La serie Cosmos me fascinó’

El programa, que según la revista Variety es el más visto de todos los tiempos, es una bofetada a la ignorancia con la mano del método científico.

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Por medio del espectro de la luz visible fue posible saber de qué están hechas las estrellas y que se trata de los mismos elementos que hay en la Tierra. Un grupo de mujeres y Annie Jump Cannon usaron ese espectro para hacer la base de la clasificación de estrellas.

Estos son solo un par de hechos narrados en la nueva serie Cosmos: una odisea de espacio-tiempo , que los rescata del olvido y nos relata la conexión que tienen con el presente.

Cosmos me educó, me informó, me recordó, me hizo menos ignorante y de paso me abofeteó. Sí, a veces es bueno recibir bofetadas, en especial las de conocimiento que refrescan la mente, que me maravillan como niño.

Desde marzo pasado y por tres meses estuve al tanto de esta serie, la esperaba cada martes y me pesaba cuando me la perdía. Cada vez que podía iba a NatGeo para ver si estaban repitiendo algún capítulo. Me dio fiebre de Cosmos , me entusiasmó al punto de contar a los demás lo genial que me parecía este programa.

Esta versión renovada del programa de Carl Sagan superó mis expectativas. La serie está cargada de conocimiento de calidad, de ese que se utiliza en asuntos cotidianos.

Reviven las mentes

Algunos capítulos estaban centrados en las historias personales y profesionales de gente a la que le debemos nuestra condición y desarrollo presente. Me relataron los cuestionamientos, hipótesis, comprobaciones y descubrimientos de estas personas de ciencia del pasado, que incluso enfrentaron acusaciones en sus épocas por considerarlos rebeldes o herejes.

Desconocía la existencia de algunos de esos científicos, quienes hasta ahora permanecen prácticamente en el anonimato, sin mayor publicidad o sobre los cuales hay información pobre. Por ejemplo, que Edmond Halley lo que menos hizo fue descubrir un cometa.

Incluso, su presentador Neil deGrasse Tyson, basado en un guion de calidad, me golpea al decirme que probablemente conozco más nombres de asesinos en serie que de estos científicos, a los que debemos en parte la maravilla de recibir datos en nuestro teléfono, solo por mencionar un ejemplo.

Además, Cosmos receta su buena cachetada a los que aún quieren ignorar o desacreditar el conocimiento que nos ha dado la ciencia. Temas como la evolución o los eones que tiene el Universo de existir.

Lo infinito del Universo, recordar que la edad promedio del humano es realmente insignificante para todos los años que tienen las estrellas nos hace sentirnos pequeños y eso puede afectar la autoestima de quienes se creen muy importantes y portadores de una verdad divina y mágica.

El espacio importa

Reconozco que Cosmos me atrapó porque le da importancia a los asuntos del espacio exterior, a todo lo que sucede allá afuera y que para muchos en la Tierra no debería de preocuparnos o no deberíamos gastar plata en eso.

Pues bien, gracias a esa preocupación o las investigaciones relacionadas con la exploración del universo o el espacio más cercano al planeta, es que hoy tenemos el desarrollo que gozamos. Preguntas básicas que nos hemos hecho aquí tienen la respuesta en las estrellas y así lo hace ver esta serie.

La sed de conocimiento por el espacio no es solo algo que exalta este programa de televisión. Nuestros ojos han visto las estrellas desde hace siglos y nos hemos hecho preguntas.

El exastronauta Franklin Chang Díaz lo explica al decir que la exploración espacial inició desde que la humanidad decidió salir de las cavernas y aventurarse por saber lo que había más allá y fue así como aseguramos la supervivencia.

Además es indudable que actualmente nosotros, y en especial los más pequeños, somos el resultado de esa curiosidad espacial, pues salir más allá de la atmósfera nos ha dado varios resultados.

“Conocemos de la capa de ozono y el calentamiento global por el monitoreo de sondas espaciales. Más adelante, si logramos cultivar los desiertos de Marte, de seguro podremos cultivar los de la Tierra”, me comentó Chang, a quien le hice un par de preguntas para escribir este artículo.

Cosmos es elegante, inspirador y pone la piel de gallina. Efectos especiales, recursos tecnológicos, una nave de la imaginación y hasta animaciones se emplearon para tratar de hacer llegar el conocimiento acumulado en siglos.

Por estas razones recomiendo Cosmos y porque además le invitará a cuestionar incluso los mismos mensajes y las ideas que verá en el programa. La serie se sigue transmitiendo por National Geographic y mi esperanza es que también sea presentada por algún canal nacional en algún momento.