La mejor comedia de Navidad

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ESPECIAL. Inés Sánchez figuró como invitada del programa de la semana pasada de La Media Docena en condición de actriz y lo ha hecho con total éxito. Creo que ha sido uno de los programas más interesantes del año, entre toda la oferta televisiva. Tanto es así que, si hubiera una lista de los premios a los mejores, este figuraría entre mis favoritos, junto con la entrevista del señor Santos a José María Figueres.

La Media Docena mantiene un nivel de calidad alto, pero, este programa, alcanzó un nivel de disfrute mucho mayor al promedio, por la frescura de ingenio de los de la huevera, que comenzó con el escogimiento mismo de la invitada.

¿Quién imaginaría a doña Inés en comedia? Ese primer golpe de efecto fue clave: un personaje serio en un mundo de entretenimiento. La presentación de doña Inés resultó un momento realmente divertido, sobre todo por el contraste entre ese humor sabroso y su imagen impecable en Teleclub .

Una vez vi algo similar. Doris Doris Goldgewicht invitó al programa de cocina de ella en canal 13 a Tía Florita para hacer un menú navideño. En ese momento, Tía Florita gozó tanto, se rió tanto, y fue tan amena con doña Doris, y ambos hicieron un programa ameno sin perder cada una su estilo. Este efecto de doña Inés es similar pero en un grado mayor, porque, en este caso, doña Inés además debía actuar un personaje –a veces a sí misma– y hacerlo con gracia, mientras interactuaba con los otros personajes interpretados por los comediantes.

En fin, Doña Inés es locutora de la escuela cubana. Es decir, profesional al cien por ciento de excelencia, con suficiente entrenamiento para hacer personajes. Sin embargo, una cosa es saberlo y otra muy distinta es verla ya en acción.

Y doña Inés resultó mejor actriz que los muchachos: su fraseo y su naturalidad de acción en las situaciones creadas para ella, ofrecieron talento y simpatía hilarantes. Es decir, ella se entregó por completo a ser parte del programa y hacerlo de la menor manera posible. Obviamente, eso fue posible porque los muchachos de La Media Docena entregaron todo su ingenio, su talento y equipo de producción al servicio de la señora Sánchez.

Pero, como he dicho, a nivel de chispa, de diálogo, de presentación escénica, fue un excelente programa de humor familiar, que retoma la máxima figura de la historia de nuestra televisión, de un modo de producción antiguo, y la ubican como estrella en un programa moderno, sin dejar su propio estilo y sin traicionarse mutuamente. Ambos objetivos, bien logrados.

Observen esto: doña Inés ha visto la transformación de la tele desde adentro y nunca ha dejado de serle fiel a su estilo, sabiendo mantener su encanto y los objetivos de su programa por encima de las modas y las tendencias. Como producto, Teleclub ya vive el paso de los años, pero, como estrella de TV, Doña Inés sigue siendo una figura contundente de nuestra pantalla, una referente para las generaciones y ha alcanzado un estatus de figura pública, todavía lejos de algunas caras con varios años de experiencia.

El show de La Media Docena es, sin duda, el mejor producido del país, y eso significa que es el que mejor combina el concepto y la realización en un producto que alcanza el objetivo para el cual fue hecho, mantiene un nivel de calidad alto, hecho con todo cuidado en resultados generales como en detalles, con gran coherencia en su estilo de humor familiar y con gran divertimento, sin recurrir a groserías y cosas malsonantes.