El año 2012 marcó un antes y un después en la vida personal y profesional de Katy Perry, como ella misma lo afirma en el documental Katy Perry: Part of Me , y que estará de estreno en Cinecanal el miércoles 12 de febrero.
Durante hora y media, el público podrá conocer todo lo que hay detrás de esa mujer que se ha convertido en una de las artistas de música pop más importante de la industria musical.
Es así como el programa hace un recorrido por el backstage de la gira California Dreams, además de que muestra a Katy Perry desde una perspectiva mucho más íntima, esto al hablar de su niñez religiosa y de cómo ha tenido que luchar desde entonces por su carrera.
Sin embargo, es este audiovisual el que registró el momento en el que la cantante debió de lidiar con la petición de divorcio de su entonces esposo, el actor Russell Brand.
“Estoy luchando por mantener mi matrimonio”, es uno de los primeros argumentos que salen de la boca de Perry, esto al intentar de convencer a su mánager de la necesidad de volar, aunque sea por tres días, hasta el lugar donde él se encuentra.
“Resulta realmente abrumador ver todo lo que ella hizo posible para intentar mantener a flote su matrimonio a distancia. Sin embargo, cuando ya no hay marcha atrás, es conmovedor ver cómo estalla en llanto antes de salir al escenario durante su concierto en Brasil”, publicó el Daily Mail sobre la reseña del esperado documental.
Precisamente, uno de los momentos más sorprendentes de esta pieza es cuando en ese instante que está a punto de salir al escenario se tira sobre el suelo de su camerino a llorar, ante la impotencia que siente al perder a quien ella define como “el amor de su vida”.
Sin embargo, en cuestión de minutos se recompone, toma un segundo aire y decide seguir adelante con la presentación en el país suramericano. Lo que muchos desconocían, hasta ese momento, es que detrás de esa sonrisa que lució ese día se escondía uno de sus momentos más difíciles a nivel personal.
Según dijo días antes del estreno del documental, en este trabajo decidió exponerse a niveles nunca antes imaginados para ella, ya que esta gira de alguna forma se convirtió en su “carta de salvación” para lidiar con su divorcio.
“A veces tenía que volar el mismo día que se realizaba el concierto, por lo que el famoso jet-lag me afectaba en algunas de las presentaciones. Sin embargo, era muy impresionante ver cómo me cargaba de energía cuando las luces del escenario se encendían y anunciaban el inicio de mi presentación”, comentó.
Más allá del glamour y de la fama, Katy Perry intentó dejar plasmado en este trabajo la importancia de estar rodeada de personas que valoran lo que ella hace y no se convierten en un obstáculo para su consolidación musical.