La fama del otrora galán, rubio y musculoso parece haberse diluido en un hoyo negro. El exídolo ahora vive únicamente bajo la sombra de su pasado sentado en un sillón, obeso y hecho un paño de lágrimas.
“El mundo se merece algo mejor... como yo”, dice Bravo, cuando sale de la depresión y se dispone a recuperar la fama y galantería que perdió mientras las cámaras le prestaban atención a nuevos talentos como el exitoso Bobby Buen Rostro.
Para volver a recibir atención y sentirse de nuevo todo un semental, Bravo viaja a India, donde pretende conquistar Bollywood, a sabiendas de que allá los estándares de calidad de las estrellas de cine son menos exigentes.
Johnny conocerá a un nuevo rival, el afamado Jiggy, la estrella de filmes como Avasitar (la versión local de Avatar). Sin embargo, nadie le impedirá recuperar su ego e inflar su fama. 1