“Yo quería hacer una película que diera a la gente que tomaba LSD en esa época las alucinaciones que la droga daba. Mi ambición con Dune fue tremenda”, confiesa el director de cine chileno Alejandro Jodorowsky. Él quería una épica cinematográfica como ninguna otra: duraría 15 horas. Costaría millones; valdría más. Empero, el proyecto nunca se levantó del papel.
La historia de uno de los más célebres proyectos fallidos de la historia del cine , la adaptación de la serie de novelas de ciencia ficción de Frank Herbert, se cuenta en Jodorowsky’s Dune .
El director del documental, Frank Pavich, quería contar esta historia de un proyecto fallido, pero celebrando su potencial creativo. En Jodorowsky’s Dune , se argumenta que la película nunca nacida engendró, aún así, hitos del cine como Star Wars y Alien .
“Me daban todos los medios económicos de hacer lo que yo quisiera. Para mí, Dune será la llegada de un dios, artístico y cinematográfico”, declara Jodorowsky en el tráiler. Si nunca ha visto las películas de culto de este realizador, búsquelas cuanto antes: no son filmes de fantasía, ni de horror, ni de ciencia ficción; son todo eso y más.
Repelentes, fascinantes, embriagantes, solo pudieron haber nacido de la psicodelia de la época, y hoy permanecen como dos de los pináculos de la época en la que todo estaba permitido.
Fue tras el éxito subterráneo de El Topo (1970) y La Montaña Sagrada (1973) que, en 1975, el chileno se dispuso a adaptar la saga de Herbert. En el reparto, el director imaginaba a Salvador Dalí, Mick Jagger, David Carradine y Orson Welles; en la banda sonora, a Pink Floyd y Magma.
El equipo creativo contó con las ilustraciones del artista del cómic Moebius para el storyboard ; el guionista Dan O’Bannon ( Alien ); el artista H. R. Giger (padre de las criaturas de Alien ) y al ilustrador Chris Foss. De la fusión de talentos surgirían otros proyectos. En 1979, Alien vio la luz –para suerte de todos los cinéfilos–.
En 1976, de los $9.5 millones presupuestados, ya se habían gastado $2 millones, pero Dune no iba hacia ninguna parte. Muchos años después, en el 2013, la historia de este fracaso, contada como Jodorowsky’s Dune , sería una de las cintas más aclamadas del año. El chileno nunca ha perdido su corona del rey de lo extraño. Corresponde a un genio ser admirado incluso por sus errores.