En la década de los años 50, Jim Henson inició una revolución en el concepto de los títeres. El creador de los Muppets, probó al público y a los productores que sus personajes no solo eran capaces de entretener al público adulto, sino que también eran dignos de protagonizar su propio programa.
Técnica. Henson utilizó como material primario la tela, para lograr que sus títeres fueran más maleables y expresivos. A diferencia de otros juguetes similares de la época, los rostros de sus personajes nunca eran completamente estáticos, por lo que siempre experimentaba con nuevas formas de diseñar marionetas. Esto obligó a diseñar al prototipo de la rana René con la tela de una bata verde, desechada por la madre de Henson.
“El arte de los títeres comprende muchas formas diferentes de operar los que son a mano y las marionetas, junto con las personas disfrazadas de negro. Hay muchísimas técnicas diferentes, y siento que podemos usarlas todas”, afirmó una vez el titiritero.
Fue la disposición para experimentar de Henson, lo que lo llevó a concebir un programa en que los títeres aparecieran en un primer plano, sin la compañía de las personas que lo manejaban.
Al desaparecer al titiritero del encuadre, las marionetas adquirieron mayor libertad para moverse y, de alguna forma, desarrollar una personalidad propia.
La compañía fundada por Henson, dirigida en la actualidad por sus hijos, todavía se encarga de diseñar criaturas fantásticas para películas de prestigio como 101 dálmatas, George de la jungla y Babe el cerdito valiente.