A Jessica Jones no le interesa salvar al mundo. Es más, es justo decir que no le interesa salvar a nadie más que a ella misma. Sus días de desinteresada carrera como justiciera son ahora parte de un pasado que la atormenta y persigue, que le respira en la nuca y la consume en el fondo de una botella.
Jessica Jones existe en el mismo universo que el Capitán América y Iron Man. Y ella, al igual que ellos, también tiene habilidades que la distinguen de los demás humanos, que la hacen tanto admirable como atemorizante. Sí, Jessica tiene superpoderes, unos que en su actual estado mental la perfilan más como una amenaza. Especialmente para ella misma.
Jessica Jones , la serie, debuta esta semana en la plataforma de video en línea Netflix. Los trece capítulos de su primera temporada estarán disponibles, todos, a partir del viernes 20 de noviembre. Con esto, Netflix vuelve a apostarle al consumo en la modalidad binge-watching (ver los episodios de una serie uno tras otro, ojalá sin levantarse de la silla tantas horas como el cuerpo aguante). Júrelo que si la serie es buena, para la noche del domingo 23 ya muchos suscriptores la tacharán de su lista de pendientes.
Esta producción es la segunda que el público verá derivada del acuerdo entre Netflix y Marvel para materializar series basadas en personajes de los cómics de dicha editorial, centrándose específicamente The Defenders , el grupo de héroes neoyorquinos que operan en el complicado barrio Hell’s Kitchen.
Meses atrás el ciclo empezó con el estreno en Netflix de Daredevil , serie que fue un aplastante éxito de crítica y consumo y, a criterio de muchos entendidos, se consolidó por encima de otras adaptaciones televisivas de cómics que actualmente se transmiten, como Arrow, Gotham, Flash, Agente Carter y Agents of S.H.I.E.L.D.
El trato entre Netflix y Marvel contempla series para los héroes vecinales Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist, para finalmente juntarlos a los cuatro en una miniserie.
Quebrada y atormentada
A diferencia de su vecino Daredevil, impulsado por una legítima intención de salvar el día, Jessica procura no involucrarse, no llamar la atención. Mientras que Daredevil se parte el alma por su vecindario, Jessica se conforma con tener suficiente para pagar el alquiler.
Su vida no siempre fue así de oscura. Antes Jessica Jones era alegre, positiva, preocupada por el bien de los demás. Su extraordinaria fuerza y habilidad para volar estuvieron en función del prójimo hasta que su mente dejó de ser suya y la tragedia se convirtió en su eterna compañera.
Si bien su vida se enmarca dentro del Universo Cinematográfico Marvel, Jessica no está ni cerca de ser un clásico de la empresa editorial. Su historia empezó a contarse apenas en el 2001, cuando debutó en el cómic Alias , creado por el escritor Brian Michael Bendis y el artista Michael Gaydos. De hecho, Jones es de los pocos personajes de Marvel llevados recientemente a la pantalla cuyo origen no involucró el talento del legendario Stan Lee.
En las historietas, Jessica obtiene sus poderes tras ser la única sobreviviente de su familia a un accidente de tránsito con un camión militar cargado de químicos radioactivos. Tras despertar de un largo coma es adoptada por los Jones y destina sus nuevas habilidades a combatir el crimen, bajo el nombre de Jewel.
Desde su concepción, la historia de esta heroína estuvo destinada a un público adulto, por lo que pronto la vida de la protagonista se torna en un infierno. Un encuentro casual con el villano Zebediah Killgrave –conocido como el Purple Man– terminará siendo nefasto, pues Killgrave usa su poder de control mental para dominar a Jessica y someterla a una tortura que se extenderá por ocho meses y que incluyó abusos sexuales y participación en todo tipo de delitos.
Cuando finalmente se libra del dominio de Killgrave, Jones cuelga su traje de justiciera y, perseguida por los demonios provocados por su “pasantía” por el lado oscuro, decide ganarse la vida como investigadora privada.
A grandes rasgos, la trama que se desarrolló en los cómics es la misma que Netflix mostrará en su nuevo programa: Jessica es una turbia detective en Hell’s Kitchen cuyo pasado es un sucio misterio cuyos detalles quisiera nunca trasciendan. Sin embargo, su némesis, el hombre púrpura, se encargará de que la basura salga a flote.
Alma dañada
Una exheroína víctima del trastorno por estrés postraumático. Esa es Jessica Jones al inicio de la serie. Una investigadora privada sarcástica y que a ratos bien puede parecer despreciable.
La creadora y productora de la serie, Melissa Rosenberg, pensó desde el inicio en la actriz Krysten Ritter, aún antes de que Netflix le diera el sí al programa.
Ritter está aún fresca en la retina de los televidentes por su significativo paso por nueve episodios de la segunda temporada de Breaking Bad . En esa serie interpretó a Jane Margolis, la carismática casera y luego amante de Jesse Pinkman (Aaron Paul).
Sobre Jessica, Ritter está consciente de la falta de empatía que su personaje parece generar. Sin embargo, también aclara que en el fondo de la detective hay algo bueno y que traerlo a la superficie será un elemento central.
La productora Rosenberg añade que, a diferencia de Daredevil, Jessica no tiene destrezas de pelea, sino que más bien parece una bravucona que se embriaga, se enfurece y estalla. “Ella no usa un traje. No usa una máscara. Es una persona extraordinariamente brusca, directa, y eso aplica para la acción también”.
La soledad de Jessica se romperá con la entrada en su vida de Luke Cage (Mike Colter). Sabido es por los cómics que Cage es otro héroe de Marvel con piel indestructible y fuerza sobrehumana; que en un algún momento se casa con Jones y juntos engendran una hija, y que su mejor amigo es el también héroe Iron Fist. Sin embargo, no está claro cuánto de esto se abordará en Jessica Jones , máxime que Netflix estrenará en el 2016 una serie centrada en Cage, con Colter como protagonista.
Otros dos personajes frecuentes del programa son Patsy Walker y Jeri Hogarth, respectivamente encarnadas por Rachael Taylor y Carrie-Anne Moss (Trinity, en la trilogía Matrix ). Patsy es la mejor amiga de Jessica, mientras que Jeri es una abogada que contrata a la detective para sus casos.
También está previsto que la actriz Rosario Dawson repita en Jessica Jones a la enfermera Claire Temple, personaje introducido en Daredevil y cuya presencia sería uno de los muchos cruces que se esperan entre ambas series.
En cuanto a Killgrave, a su cargo está el actor escocés David Tennant, quien ya es un consagrado de la ciencia ficción debido a su paso por la mítica serie británica Dr. Who . Como la décima encarnación del Doctor, Tennant se convirtió en un favorito de los seguidores de la franquicia.
Al igual que en el cómic, el Killgrave de la televisión tiene el poder de controlar las mentes de otros y, está de más decir, su reaparición provoca el colapso nervioso de Jessica. En el cómo la dañada exjusticiera se enfrentará al hombre que ocasionó su miseria está el meollo de la serie.
Dependiendo de la reacción del público, Jessica Jones bien podría dar el salto a la plataforma cinematográfica de Marvel. En el cómic, su papá trabajó para Tony Stark y ella fue parte de Los Vengadores. Claro, todo eso fue antes de que la vida se le tornara una inagotable oscuridad.
Véalo. Viernes 20 de noviembre. Netflix: www.netflix.com