Dicen que lo importante en cualquier ser humano es tener capacidad de readaptación. No importa la circunstancia que haya motivado la caída, lo esencial es tener ese impulso necesario para volver a levantarse.
Esa es la principal lección de la serie Jennifer Falls , que estrena el jueves 9 de octubre, a las 8 p. m., el canal E! En esta comedia, la protagonista será el mejor ejemplo de que reinventarse puede llegar a ser cuestión de vida o muerte.
La historia tiene como personaje principal a Jennifer Doyle (Jaime Pressly), una exitosa mujer dedicada al mundo de los negocios, con una hija ejemplar y una inteligencia admirable.
De un instante a otro, ese momento tan idílico que creía estar viviendo se viene abajo cuando es despedida de su trabajo. ¿El motivo? sus temibles arranques de ira, pues contrario a lo que ella piensa, no es una persona perfecta.
A partir de allí, Doyle mostrará de qué está hecha, pues sus enormes deudas la llevan a tomar una decisión: regresar a la casa de su madre, junto a su retoño Gretchen (Dylan Gelula), e intentar comenzar desde cero.
Sin embargo, su explosivo carácter será su gran talón de Aquiles en esta etapa. Ser tan testaruda la lleva a darse cuenta de lo que perdió en el camino por nunca dar a su brazo a torcer, aún y cuando tuviera razones de peso para hacerlo.
Es entonces cuando se topa cara a cara con parte de su pasado, ese mismo que más de una vez intentó dejar atrás. Con la ayuda de su madre, la terapeuta Maggie (Jessica Walter), Jennifer retomará las riendas de su vida y, con ello, las relaciones que la hicieron ser la mujer admirable y triunfadora que es.
Cómplices
Para lograr los objetivos que se ha propuesto, Doyle contará, además de su talento innato, con dos personas incondicionales: su excesivamente tímido hermano Wayne (Ethan Suplee) y su hermana pasivo-agresiva Stephanie (Nora Kirkpatrick).
En los 10 episodios de esta primera temporada, el televidente verá a Jennifer lidiar con situaciones tan inimaginables – al menos para ella– como el tener que trabajar en el bar de su hermano como mesera y ver cómo su “mejor amiga” no tiene tacto alguno en demostrarle ese resentimiento que le guarda.
Es ahora o nunca. Esta mujer deberá tomarse todo el tiempo necesario para reevaluar las prioridades de su vida, luchar por lo que realmente quiere y darle paso a lo nuevo que está por llegar. .. Las situaciones no se dan por casualidad, sino por causalidad.
Desmoralizada, pero no derrotada. Esa es la nueva filosofía de sobrevivencia de Jennifer, que está decidida a resurgir en medio de esta crisis, que podría terminar siendo una gran bendición.