Una forma bastante acertada para definir un fenómeno cultural puede ser esta: algo que deja de ser de conocimiento exclusivo para un nicho y se convierte en un elemento icónico para las masas.
Lo sé, eso no suena atractivo, pero funciona. Véanlo así: no hace falta saber de motociclismo para comprender que Harley-Davidson es una de las marcas más importantes e icónicas en el mundo.
Es cierto. Estas grandes motocicletas se reconocen al instante y han desarrollado una base de usuarios y fanáticos fiel y devota a la marca y al estilo de vida asociado con ella.
La pregunta, entonces, es: ¿cómo se enamoró el mundo de Harley-Davidson?
Todo comenzó con tres inmigrantes artesanos embarcados en una aventura: dar forma a una bicicleta motorizada, y hacerlo con un norte tripartita que, a la larga, sería la marca de la casa: poder, control y velocidad.
La historia de esos inmigrantes es la trama de Harley and the Davidsons , una serie producida por Discovery Channel en la que se dramatiza el relato real de cómo William Harley y Arthur y Michiel Huisman lograron dar forma no solo a una marca de motocicletas, sino al sueño americano, ese que asegura que a punta de trabajo y creatividad, cualquier persona puede alcanzar el éxito (al menos el económico).
Discovery hizo la tarea: la producción estudió los archivos de la compañía y consultó con miembros de las familias Harley y Davison para acercarse tanto como fuera posible a la verdadera historia de los personajes.
Así, la serie logra capturar la esencia de una época –principios del siglo XX– en la que Estados Unidos era, más que nunca, la tierra de las oportunidades, en la que la innovación estaba a la orden del día y permitió que tres amigos se rebelaran contra el statu quo y fueran capaces de construir su propio sueño americano.
Véalo. Domingo 9 de octubre. Discovery. 8:00 P.M.