‘Gypsy: una vida sin límites

La nueva serie de Netflix cuenta la historia de una terapeuta quien encuentra en sus deseos más ocultos un escape de su vida tradicional

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

No siempre somos capaces de controlar nuestros sentimientos; mucho menos cuando estamos al frente de circunstancias que ponen a prueba la ética de los impulsos. A veces, sin importar la edad o la profesión o el entorno, son nuestros deseos quienes mandan; y cuando esto pasa, le abrimos la puerta a las consecuencias, buenas y malas.

De esto trata la nueva serie original de Netflix Gypsy , un thriller psicológico centrado en la vida de Jean Holloway, una intrigante terapeuta de métodos cuestionables y actitud inapropiada. Este drama sigue a Holloway en su día a día y cuenta cómo ella empieza a desarrollar íntimas y peligrosas relaciones con gente importante en la vida de sus pacientes.

Holloway es interpretada por Naomi Watts, quien en la serie explora las partes más oscuras del comportamiento humano. Cuando le preguntaron a la actriz porqué decidió asumir este papel, explicó que mucho tuvo que ver la directora de la serie, Sam Taylor-Johnson ( Cincuenta sombras de Grey ).

“Fue Sam quien realmente me atrajo. Siempre me ha gustado su vibra. Ella es juguetona, animada, divertida y es una verdadera artista. Confío mucho en sus instintos”, agregó Watts, de 48 años.

La serie, escrita por Lisa Rubin, explora los límites a los que puede llegar una mujer, mientras su esposo espera ansioso en casa.

“La vida que lleva Jean es alegre, pero es posible que ella no se sienta satisfecha. Y tal vez, ella es alguien que nunca va a sentirse satisfecha. Tal vez ella es insaciable”, explicó Rubin.

El resultado es un personaje complicado, defectuoso y frustrado.

“Estamos acostumbrados a ver a los personajes masculinos engañar o estar más interesados en el deseo físico”, explicó Rubin. “Pero quise cambiar esos estereotipos. Las mujeres no siempre son sensibles o quieren hablar”.