Giovanni Linares lo reta a un duelo mental

Todos los jueves, el conductor invita a los “famositicos”, como él mismo los llama, a que asuman con valentía el reto de enfrentarse a unas preguntas, con el objetivo de mostrar su capacidad de reacción y de pensamiento

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Giovanni Linares reconoce que las secciones Famoquiz y Estrellados , que forman parte del programa 7 Estrellas , quizá exponen de más a quienes deciden aceptar el reto de participar en estas pruebas.

Sin embargo, este conductor y actor defiende a capa y espada estos espacios que, según sus palabras, no miden de forma científica los niveles de inteligencia de los concursantes, sino que buscan ponerlos a pruebas en su capacidad de reacción, pero, en especial, de diversión.

En ambas secciones, convocan a alguna figura pública de Costa Rica para hacerle preguntas de lógica, cultura general y deportes, etc.

Existe una diferencia entre ambas. En el caso del Famoquiz , se compite contra el tiempo, mientras que Estrellados luchan con la presión que solo Linares sabe ejercer entre aquellos que lo visitan.

Su humor y esa necesidad de siempre divertirse con su invitado y el televidente lo ha puesto en la boca de otros, quienes han criticado su trabajo. Contrario a lo que muchos podrían pensar, su propósito nunca ha sido ridiculizar a los participantes.

“Hay momentos en los que yo nunca he querido ofender a alguien y la persona se ha sentido ofendida por lo que he dicho o hecho. Ese tipo de cosas sí me duelen, porque nunca ha sido mi intención dañar a la persona. Sé que puede haber mucha gente que se haya dañado con las preguntas que eran superbásicas en ese momento, como en el caso de Jalé (Berahimi), por ejemplo”, aseguró Linares.

El presentador hace esta aclaración, luego de que hace unos dos años tuviera como protagonistas de Estrellados a Berahimi y a Edgardo Camacho , hoy presentadores de Intrusos . El no contestar sus preguntas o hacerlo de forma equivocada hizo que se generara toda una polémica hacia ellos.

“Eran preguntas superbásicas y, algunas personas como ella, no pudieron responderlas. No fue mi intención dañarla y lo digo porque habla muy mal de mí en ese programa y no fue mi intención hacerlo”, comentó entre risas.

Cuando se le consulta si se considera el verdugo de los famosos, con la expresividad que lo caracteriza, se apresura a responder que él no lo siente así.

“En lo absoluto me considero el verdugo de ellos. Al contrario, soy un amigo para quienes deciden ponerse a prueba”, afirmó.

Lidiar con esta etiqueta que se le ha impuesto no ha resultado fácil. Por ejemplo, no olvida que cuando hacía Estrellados llegaba a cualquier lugar con las cámaras y todas las personas se escondían para que él no se les acercara. Esto lo obligó a cambiar la dinámica.

Así nació el Famoquiz , un interrogatorio en tono vacilón, que tiene preguntas con trampas y de sentido común, que aunado a 300 segundos, lo convierten en un espacio lleno de adrenalina.

“Ahora es fácil convencer a los amigos de que participen, porque entienden la dinámica de que es ir a vacilar. A la gente que no es tan amiga, sí le cuesta un poco más porque no entienden la dinámica y piensan que van a quedar como unos tontones”, afirmó.

Él es el encargado de investigar y elaborar cada una de las preguntas que se hacen, con la ayuda del equipo de 7 Estrellas , que se transmite los jueves, a las 8 p. m. Luego, practica las interrogantes con las personas que se encuentra en la calle y determina el grado de dificultad.

La forma de preguntar se vuelve un elemento indispensable; en esto, su carrera de actor contribuye en gran manera.

Las respuestas obtenidas son tan variopintas como las interrogantes que ha hecho. ¿Cuáles son inolvidables? Muchas; se destacan si Paraguay era un país o cuando Edgardo Camacho no reconoció a Adolfo Hitler en una fotografía.

“No olvidaré a un diputado al que le pregunté que qué era el Pabellón Nacional. Es un diputado, un padre de la patria y no sabía lo que era y no contestó”, expresó.

Linares dice que en ningún momento se ha sentido acongojado al ver cómo sufren y sudan quienes aceptan este duelo mental, porque esa presión es lo que hace más divertido el preguntar.

Viva quiso darle la oportunidad al presentador de vivir en carne propia lo que hace con su Famoquiz . Fue así cómo invitamos a varias personalidades a que compartieran algunas preguntas que les gustaría hacerle a Linares.

Algunos decidieron colaborar de más con esta causa. Por ejemplo, Ignacio Santos, codirector de Telenoticias , jugó con el nombre y el apellido del conductor, lo que lo hizo más interesante.

Jalé Berahimi quiso darle un poco de su propia medicina al actor, por lo que también le apostó a tres preguntas. Eso sí, una de las respuestas aún está en “discusión”.

Cuando se le comentó la dinámica, su cálida sonrisa comenzó a llenarse de nerviosismo y pronto el sudor que corría por su frente.

De un momento a otro, se comenzaron a escuchar frases como: “qué susto”, “no puedo quedar mal”, “siento que estuviera en el banquillo de los acusados”.

Conozca cómo terminó la prueba de Linares y si logró superar su propio reto.