'Game of Thrones': repaso de 'Oathbreaker' y 'Book of the Stranger', episodios 3 y 4 de la temporada 6

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No importa que sea la serie actual más aclamada de la televisión: Game of Thrones también tiene, de vez en cuando, sus capítulos de mera formalidad, y Oathbreaker fue uno de esos. Afortunadamente, Book of the Stranger resultó todo lo contrario, con tremendo avance en la trama.

Antes de abordar los reveladores acontecimientos del capítulo recién transmitido de la serie de HBO, recuperemos primero lo ocurrido en el episodio de una semana atrás, cuyo resumen había quedado pendiente.

Oathbreaker, el tercer episodio de la sexta temporada, no pasará a la historia como uno de los más memorables pero sí como uno funcional, aunque no por eso estuvo ayuno de algunos (pocos) detalles de alto interés para quienes seguimos la saga.

Cumplamos con la advertencia tradicional: en adelante encontrará significativos detalles de la trama de Oathbreaker y Book of the Stranger. De ahí que si aún no ha visto esos capítulos y quiere mantenerse inmune a los spoilers, sírvase dejar esta lectura ya y retomar esta lectura en otro momento.

Dos fueron los puntos altos del programa del domingo 8 de mayo: el cambio de "carrera" del resucitado Jon Snow, y las visiones de Bran Stark de uno de los episodios fundamentales en la historia de Westeros y cuyos detalles apenas habían sido sugeridos por George R.R. Martin en las novelas que fundamentan la serie (o que al menos solían hacerlo).

Primero Jon. El buenazo comandante de la Guardia Nocturna volvió de los muertos y, en apariencia, no se trajo nada oscuro con él. Medio desubicado y sorprendido de seguir vivo pese a su torso lleno de puñaladas, Snow se retomó el mando en medio del estupor de aliados y rivales. Especialmente divertido ver la expresión de "felicidad" de la hechicera Melisandre, quien aún no termina de entender cómo logró aquel acto de magia suprema.

Jon hizo lo que se esperaba: ejecutar a sus ejecutores. Difícilmente alguien llorará a los cuatro traidores ahorcados, aunque vale reconocer que Sir Allisser fue un formidable contrincante para Snow desde la primera temporada. En cuanto al pequeño Olly, nada dijo y nada había que decir de él.

La revelación de Jon se dio al cierre del capítulo, cuando anunció que dejaba la Guardia Noctura, algo que técnicamente le está permitido, en vista de que este servicio concluye con la muerte y él ya "cumplió" con esa condición. Ahora bien, mientras Snow abandonaba Castle Back, lo que viene promete y mucho: ¿marchará contra los Bolton que usurparon Winterfell? ¿irá en búsqueda de sus diseminados hermanos? ¿buscará respuestas sobre su pasado?

El orígen de Jon Snow es algo que muchos entendidos se den por medio del otro gran protagonista de la noche: su hermanastro Bran Stark. El joven vidente sigue explorando el pasado de su familia de la mano del viejo Cuervo de Tres Ojos, en secuencias de flashbacks que están resultando una delicia. Bran retrocedió en el tiempo para presenciar un episodio vital, como fue el enfrentamiento que su padre, Ned Stark, sostuvo con el espléndido caballero Arthur Dayne, uno de los mejores espadachines de los que se tenga memoria.

El combate se dio al pie de la Torre de la Alegría, durante los momentos finales de la rebelión de Roberth Baratheon que terminó la dinastía de los Targaryen. Sir Arthur está en la torre a pedido del príncipe Rhaegar Targaryen, presumiblemente para proteger a Lyanna, la hermana de Ned cuyo "rapto", por parte del Rhaegar, desató aquella guerra. Sir Arthur es quizá el mejor guerrero que ha aparecido en la serie y con sus dos espadas liquida a casi toda la partida que llegó respaldando a Ned. Bran se sorprende de ver cómo la versión que solía contar su padre de cómo ganó aquel encuentro es falsa, pues el líder de los Stark estuvo a punto de morir, tras ser desarmado por Sir Arthur. Al final, el magnífico caballero de la Guardia Real cayó tras recibir una puñalada en la espalda de Howland Reed, que lo dejó indefenso a merced de la espada de Ned.

Bran alcanzó a ver que su joven padre se adentró en la torre antes de que el Cuervo terminara la visión. La revelación de lo sucedido dentro de aquella estructura de piedra será sin duda el momento cumbre de esta temporada, especialmente porque mucha gente apostaría su casa a que se confirmará la teoría de que ahí se dio el nacimiento de un bebé con los apellidos Targaryen Stark, niño que está de más decir sería heredero del trono de los Siete Reinos (y bueno, hay muchos indicios de que Jon Snow sería justo ese infante).

Más allá de las escenas de Jon y Bran, el resto del episodio se puede resumir en pocas líneas.

- Arya recuperó la vista, no sin antes convertirse en una especie de monje kung-fu, con su oído ya entrenado para repeler golpes.

- Se volvió a mencionar a Sandor Clegane. Saber que Arya ya lo había sacado de su lista de muertes deseadas no deja de ser un detalle menor (es casi seguro que el Hound volverá a aparecer, de alguna manera, por más que se le diera por muerto antes).

- En King's Landing se dejaron de torpezas y ya confirmaron que el zombi gigante que sigue a Cersei es un reanimado Gregor La Montaña Clegane.

- El rey Tommen, siempre fiel a su expresión de llanto inminente, tuvo un encuentro aburrido con el High Sparrow. El viejo líder religioso se rodó al inexperto monarca y no sería nada raro que lo enrede aún más en el conflicto entre el trono y los fanáticos.

- En Meereen, Tyrion trató de entablar conversación con los autómatas Missandei y Grey Worm. Nunca antes hubo tal disparidad de carisma en una escena de GOT.

- Daenerys finalmente llegó a Vaes Dothrak, donde nadie la toma en serio. Este inicio de temporada ha sido ingrato con la Madre de Dragones.

- En Winterfell, un nuevo personaje plantea perspectivas prometedoras. Es el pequeño Umber, cuyo padre desapareció de la serie tras la Boda Roja. Este es un norteño insolente que no tiene reparo en burlarse de Ramsay Bolton. Sin embargo, para asegurarse la alianza con el psicópata regente del norte, Umber le hace un regalo: la entrega de Rickon Stark y su protectora, la salvaje Osha. Estos personajes no se veían desde la tercera temporada y su reaparición fue una sorpresa, pues en los libros de Martin el menor de los hermanos Stark está desaparecido, bastante lejos de Winterfell. Caer en las manos del sádico Ramsay pronostica un infeliz final para el pobre Rickon, quien vale decir está crecido y ya es todo un adolescente.

- La muerte de la semana: Shaggydog, el lobo de Rickon. Decapitado, se une en la lista de caídos a sus hermanos Lady (de Sansa) y Grey Wind (de Robb). De la camada sabemos que siguen con vida Ghost (de Jon Snow), y Summer (con Bran). De Nymeria, el lobo de Arya, hace rato no se sabe nada.

Semana libre: Sansa, Brienne, Theon.

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BOOK OF THE STRANGER (Episodio 4, domingo 15 de mayo)

En su más reciente episodio, Game of Thrones hizo un par de avances sustanciales dentro de la trama venidera. Es necesario recordar que aquí los guionistas van ya por su cuenta, cada vez más alejados del material original de los libros de George R.R. Martin. ¿Es esto bueno o malo? Aún es pronto para saberlo, aunque hemos visto ya giros que preocupan (el golpe de estado en Dorne, por ejemplo: qué espanto).

En todo caso, Book of the Stranger fue un episodio importante, no memorable, pero relevante. Especialmente porque incluyó algo que deseábamos desde la primera temporada: un reencuentro de hermanos Stark. Los reunificados fueron Sansa y Jon Snow (el bastardo de la familia). Mucho ha pasado desde la última vez que estos personajes estuvieron juntos, allá por los capítulos iniciales de la serie. La mitad de su familia ha sido asesinada, sus otros hermanos están perdidos o prisioneros; Sansa pasó de ser una doncella malcriada con sueños de princesa a una sobreviviente, forjada por sus forzados matrimonios con los dos peores villanos que ha visto Westeros. Jon anda igual: el muchacho amargado que dejó Winterfell hace tantos años es hoy un guerrero temible, comandante (en veremos) de la Guardia Nocturna, salvador de los salvajes del Norte y recuperado de una muerte espantosa.

Sansa no quiere la protección de Jon, sino su respaldo, pues la pelirroja quiere recuperar Winterfell. Sobrevivir al sadismo de Ramsay Bolton le dio una nueva misión: rescatar lo que queda del legado de su familia. El suyo es un personaje que ha madurado ante los ojos del público, que hemos aprendido a querer y respetar. Sansa está en modo revancha y eso promete.

Jon por lo contrario está derrotado, sin fe en la humanidad luego de su trance de muerte. Las palabras de Sansa no lo convencen de marchar contra los Bolton hasta que el mismo Ramsay le da el empujón definitivo: una carta, muy a la Ramsay, en la que demanda el retorno de Sansa a Winterfell, pues en caso contrario matará a Rickon, el menor de los hermanos Stark. Jon y Sansa, al frente de un ejército de salvajes, marcharán sobre Winterfell :)

El otro hecho relevante del episodio se dio muy lejos de El Muro, en las áridas planicies de los dothraki. Ahí Daenerys finalmente recuperó el protagonismo, y de qué manera. La madre de los dragones está en la ciudad de Vaes Dothrak para "cumplir" su destino como viuda de un khal, que es más o menos una vida de celibato y aburrimiento, en el mejor de los casos. Por eso, cuando sus incondicionales Sir Jorah y Daario finalmente dan con ella y tratan de rescatarla de sus captores, su reina tiene una mejor idea.

Frente a todos los khal que discuten con desden el destino de la mujer de pelo platinado, Dany nos reveló lo que viene: marchará de vuelta a Westeros y cumplirá la promesa de su esposo Khal Drogo de llevar a los jinetes dothraki al otro lado del mar para reconquistar el reino de los Targaryen. Para esto, su solución fue tan simple como despiadada, pues sin asco le prendió fuego al inmueble, con todos los Khals y ella adentro (levanten la mano quienes son resistentes a las llamas...). Por segunda vez en lo que va de la serie, la khaleesi volvió a emerger ilesa (y desnuda) de un infierno, y de nuevo un pueblo dothraki se volvió a postrar ante aquella imagen salida de un panfleto religioso.

En otras ciudades, el capítulo se puede resumir en pocas líneas:

- En King's Landing, el patético rey Tommen le cuenta a su mamá sobre una conversación "secreta" que tuvo con el High Sparrow y que se suponía no debía compartir con nadie más. De ahí viene la primera plática civilizada en lo que va de la temporada de Cersei y Jaime con su tío, Kevan Lannister, y la Reina de Espinas. El High Sparrow le confió a Tommen que su esposa, la detenida reina Margaery Tyrell, será obligada a hacer la misma caminata de vergüenza que vivió Cersei, desnuda por toda la ciudad. La vieja abuela Tyrell no permitirá tal desgracia para su nieta, por lo que acepta el plan de Cersei y Jaime de atacar a los fanáticos religiosos con toda la fuerza del ejército Tyrell. Ahora bien, sabiendo la clase de viejo zorro que es el High Sparrow, no debería sorprendernos más adelante si se revela que el líder religioso presupuestó que Tommen iría con el chisme y que sus enemigos se organizarían para eliminar su culto. Lo cierto es que en la capital del reino pronto correrá la sangre... y mucha.

- Margaery es demasiada esposa para Tommen: qué nivel de estratega. La reina sostuvo una conversación íntima con el High Sparrow, quien finalmente le permitió ver a su también detenido hermano, Sir Loras. Mientras que Margaery se mantiene inquebrantable ante la presión de los religiosos, Loras está destruido, lloroso y hecho una ruina. El otrora galante Caballero de Flores ya no vale nada y está dispuesto a confesar lo que sea con tal de salir de prisión. Parece que, de nuevo, le tocará a Margaery salvar con dignidad la situación de los Tyrell.

- Ser Davos empieza a indagar la verdad de lo que ocurrió en la fracasada marcha de Stannis hacia Winterfell. La hechicera Melisandre le revela poco sobre el triste desenlace de la familia real Baratheon, y menos le suelta pista sobre la desgarradora muerte de la princesa Shireen, propiciada por la bruja roja. Brienne corta su interrogatorio para explicar que ella ejecutó a Stannis justo después de que él confirmara su responsabilidad en la muerte de su hermano Renly Baratheon, asesinado por una sombra ante la impotencia de Brienne. La gigante guerrera fijó sus ojos en Melisandre y dejó claro que se cobrará más adelante con la Mujer Roja el asesinato de su rey. En cuanto al noble Davos, la verdad sobre el sacrificio de Shireen tardeo temprano le llegará, y ahí bien podrá perder la cordura y cortesía que le caracterizan.

- En las Islas de Hierro, Yara y Theon son el segundo y menos importante encuentro de hermanos del episodio. Su conversación es corta pero aclara que el disminuido Theon apoyará a su hermana en el reclamo de esta por el trono.

- En Meereen, Tyrion sigue esperando mejores tiempos. El enano se entabló en una negociación política con los esclavistas de las ciudades vecinas, haciendo un pacto que no le gustó a ninguna de las partes pero que le garantiza el fin del grupo terrorista que destrozaba Meereen desde adentro. Grey Worm y Missandei se vieron totalmente miserables mientras Tyrion hacía las paces con los esclavistas, pero lo apoyaron frente a un grupo de indignados ex-esclavos. Demasiada plática política y pocas nueces para un personaje del calibre de Tyrion.

- El intrigante Littlefinger reaparece para retomar el control sobre su hijo político, el triste Robin Arryn, heredero de la poderosa casa Arryn. En una movida cuyos motivos no reveló, Littlefinger convenció al joven Robin de enviar su ejército al Norte, a apoyar la causa de Sansa y los Stark. Pareciera que los caballeros del valle serán el músculo que le hace falta a Sansa y Jon Snow para marchar contra los Bolton y Winterfell.

La muerte de la semana: Osha. La salvaje protectora de Rickon Stark volvió después de años de ausencia de la serie para ser despachada, sin gracia ni necesidad, por Ramsay Bolton. Lástima, porque era un personaje que daba para mucho más.

Semana libre: Brann, Arya, Sam, y digamos que Jaime (salió menos de dos minutos y no hizo mayor cosa. El caballero de una mano pide a gritos mejores secuencias).