¿Cómo es un día normal?
Mi vida es un caos. Paso en la calle todo el día. Siempre trato de ir al gimnasio en la mañana; uno trata de mantenerse siempre, más que todo a los hombres nos gusta vernos ahí guapos...
”Igual hago quehaceres. Tengo un hijo de cinco años y trato todos los lunes de ir a recogerlo y pasarlo con él. Entre semana, varias cosas: castings para trabajos como modelo, recojo cosas y cheques”.
¿ Combate le ha cambiado su vida de alguna forma?
Cuando salgo a un parque infantil tengo que salir corriendo, me subo a mi hijo al hombro, porque te piden fotos, autógrafos y todo. Ya uno se siente como famoso; la gente te reconoce en la bomba, en la pulpería, en el bus”.
¿Siente que ha afectado su vida personal?
Te soy sincero, el que más se ha visto afectado es mi hijo. Yo trato de estar ahí, pero ya se complica un poco más.
”En lo sentimental, estoy tranquilo. Sí, es muy difícil encontrar una persona por fuera que te aguante trabajar de lunes a lunes, de noche. Es complicado conseguir una relación, alguien que te entienda, por más que sea buena la persona.
¿Paga bien ser combatiente?
Sería mentir decir que no, pero es cansado. La gente piensa: ‘Estoy en Combate, voy a tirármelo riquísimo... ¡pues no!, hay que trabajar.