El Imperio Romano cayó en pedazos y, como es lógico, alguien tuvo que tener la culpa. ¿Quieren nombres?, pues entonces Netflix les presenta a Cómodo (Commodus), como primer sospechoso del repentino desastre.
Mezclando la alegoría épica para emocionar al televidente y el estilo documental para embriagarlo de historia, Netflix acaba de estrenar Roman Empire: Reign of Blood ( Roma: Imperio de sangre ), la historia del emperador romano que, según la serie, marcó la caída de la supremacía romana.
Lucio Aurelio Cómodo Antonino fue emperador romano entre los años 177 y 192. Era hijo de Marco Aurelio y de Faustina la Menor.
Primero gobernó a la par de Marco Aurelio, pero cuando tomó el poder en solitario, el desastre comenzó a fraguarse.
Según los historiadores, el particular modo de gobernar de Cómodo fue generando en una paranoia incontrolable en Roma, lo que llevó al Imperio a una de sus mayores crisis.
En palabras sencillas, Cómodo era severamente caprichoso. A lo senadores no les gustaba su manera de liderar, por lo que fue víctima de múltiples intentos por derrocarlo del trono.
Cómodo se percató de todo y no se quedó quieto. No dudó en volverse despótico y hasta tirano con sus adversarios más enconados.
Cómo es lógico pensar, nada bueno podía resultar de todo aquello.
En la serie Empire: Reign of Blood todos esos ‘intríngulis’ quedan en evidencia, entrando a las entrañas del reino y de las conspiraciones más sorprendentes del aquel entonces.
Nada quedará oculto. Todo se sabrá y todo sorprenderá.
Véalo. Viernes 25 de noviembre. Netflix