El Topo: Leonora y el presidente: diálogo taco a taco

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T odos tuvimos algo que decir la semana pasada, cuando se informó deque el Ministerio de Economía puso en su mira a empresas que trabajan promociones con Uber, firma cuya operación de transporte de personas es catalogada como ilegal por las autoridades.

En medio del torbellino mediático desatado entre las voces a favor y contra de la medida, algunas se hicieron notar más que otras. Tal fue el caso de Leonora Jiménez, quien desde Facebook interpeló al presidente Luis Guillermo Solís, al decirle que ella utiliza Uber para sus distintas empresas y defendió su derecho a seguir haciéndolo, aún a sabiendas de las posibles consecuencias legales.

El cuento bien pudo haber quedado ahí, de no ser porque el mandatario le contestó y explicó, siempre por medio de la red social, que su deber como presidente es hacer cumplir la ley. Leonora hizo lo propio y replicó a don Luis Guillermo, pidiéndole que ponga a discusión en la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que pretende regular a Uber.

Mientras aquel intercambio se daba, muchos espectadores entraron a cuestionar la validez de Leonora como interlocutora, aduciendo que ella es una figura de “farándula” y que flaco favor se hacía el presidente en “darle pelota” a “una modelo”. No pocos periodistas trataron de bajarle el perfil a la noticia e, incluso, hubo quien llegó a cuestionar que Leonora fuese la autora de sus mensajes (sin tener pruebas, desde luego, sino pura “sospecha”).

No cabe duda de que si el presidente hubiese contestado en el mismo canal a alguno de los empresarios hoteleros o gastronómicos afectados por la medida, la noticia sí hubiese sido tomada "en serio" desde un inicio. Y ahí, en esa pequeñez mental, está el problema.

Leonora Jiménez se coló en una noticia “seria” por valores básicos del periodismo que da cólera tener que venir a explicar a estas alturas. Ella le escribió al presidente no como modelo (que lo es), sino como empresaria (que también lo es): es una de las gestoras más importantes de la industria de la moda en el país, ha arriesgado capital en emprendimientos, y lidia con los mismos trámites y requisitos que toda persona que desea abrir un negocio grande o pequeño.

A ello sumémosle que, en virtud de su perfil de figura pública, fue visible en la campaña que ayudó a Solís a llegar a la Presidencia, y el entonces candidato la usó en dos videos de adhesiones (en uno apareció al lado de dos exprimeras damas y un expresidente de la República). Y, no menos importante, fue la primera usuaria pública de Uber en el país y ha sido una vocera de ese servicio.

Por encima de todos los motivos, la noticia era importante porque solo a Leonora el presidente del país le contestó públicamente sobre el vínculo de la empresa privada y Uber. Sin duda, muchos periodistas hubiesen preferido que el gobernante hubiese tenido aquel detalle con algún líder de una cámara, un diputado o algún empresario "de verdad" (traje y corbata, por favor).

Acá no pretendemos venir a defender a Leonora (que bien puede hacerlo sola) ni decir si estuvo bien o mal su intercambio con el presidente. Sin embargo, lo que no podemos dejar pasar es que visiones estereotipadas y tradicionalistas se impongan por encima de la objetividad, y que se pretenda restar peso a una mujer (“a una modelo”) que sostiene un diálogo público, taco a taco, sobre un tema de interés nacional con el presidente del país.

Pasamos la página. No sabemos si es bueno o malo, pero qué clase de perlitas están adobando el campeonato nacional a partir de la incorporación de Wálter Paté Centeno como técnico de Primera División.

Entre sus frases célebres (con apenas un par de juegos), ya acaparó titulares y atención generalizada. “Él (Medford) tiene que venir y decir: 'novato, me pegaste un baile'; así de fácil, en su casa, con su gente, con Jafet (Soto), con (Orlando) Moreira, con el Tigre Tony, ustedes lo vieron”, dijo Wálter en la conferencia de prensa tras el juego contra Herediano (¿el Tigre Tony? ¡Qué carajos?!)

Y hubo más: “A Douglas Sequeira le digo Sampaoli; me llama las 24 horas del día; es demasiado intenso, es peor que la doña”, dijo también. Y hasta hubo margen para un asuntillo escatológico: “A mí me gustar comer bien, si como gallo pinto que sepa rico, quiero comerlo bien y que me caiga bien porque si lo hago solo por comérmelo, después me da diarrea”.

Ve vos: el Paté al que había que sacarle las palabras con cuchara cuando era jugador, ahora resultó un estuche de ocurrencias que, al menos a nosotros, nos han parecido ingeniosas y no seamos hipócritas: con su compa de toda la vida, Hernán Medford, aquel intercambio de chotas fue demasiado divertido.

Eso sí, conforme avance el campeonato habrá que sopesar un poco lo que se dice, máxime porque ahora vienen en Alajuelense tres congéneres de Medford y Paté: Wílmer Pato López, a la cabeza, acompañado por Jozef Miso, y Mauricio Chunche Montero. Los dos primeros son más del estilo de Óscar Ramírez, comen callao, comen p’adentro.

Pero al Chunche, cuando se le sube el Montero, no hay quien lo pare con sus frases lapidarias, campesinas, su sabiduría indígena pero a los tobillos (si toca, toca). Entonces, chiquillos, valoren bien ese detalle porque, a como están las aficiones, tienen que ser cuidadosos con lo que dicen ante los micrófonos, sin coartarse pero sin incitar a la burla excesiva del contrario.

Si bien futbolísticamente no le tenemos mucha fe a este torneo, no dudamos que la dialéctica va a ser más particular que nunca. Ojalá todo quede en vacilón, anécdotas y fair play . Pocas imágenes más lamentables sería la de ver a estos referentes del fútbol nacional agarrados a los mecos, a lo feo, dando el peor ejemplo que podrían ofrecer. Ojo, estos son chilillazos preventivos. Confiamos en el sano juicio de quienes han sido ídolos en el país y ahora tienen a su cargo la formación de las nuevas generaciones y el espectáculo ante el público.

Más allá de si se hizo o se deshizo o qué se hizo durante su reciente cirugía estética, alabamos y avalamos la transparencia de la modelo y presentadora Monserrat del Castillo a la hora de confesar que, a los 18 años (¡a los 18 años!) se inyectó una sustancia ilícita en los labios, la cual, con el tiempo, fue provocándole una deformación que terminó por robarle la paz.

Del Castillo, quien aprovechó para respingarse un poco la nariz, afirmó que utilizará su experiencia para llamar la atención sobre los cuidados que deben prevalecer a la hora de practicarse cualquier procedimiento estético, lo cual es muy loable, pues ella ha sido vehemente sobre el tema en anteriores ocasiones y hoy predica con el ejemplo de lo que no debe hacerse.

Todo muy bien, quedó divinamente y se le nota mucho más tranquila con su apariencia; eso sí, nosotros le tenemos un consejito adicional sencillísimo para que se vea más natural, y es que le baje unas cuantas rayitas al tamaño de sus estrafalariamente largas pestañas, las cuales le quitan toda la naturalidad y la hacen verse casi como una señora mayor. Pero, ¡todo juera como eso! Ya lo dijo uno de los mejores en el arte del maquillaje, Milo Junco: Monserrat, menos es más. Háganos caso y verá qué frescura y belleza de mujer.

El fortachón Bryan Ganoza ahora sí parece que cantó viajera y, tras probar suerte en México, lleva ya rato radicado en Las Vegas, donde integra desde hace año y medio el espectáculo Kings of Hustler –al estilo de Chippendales o Magic Mike – en el que 18 muchachones bailotean y se dejan zarandear por el entusiasta público femenino.

La verdad, nos alegramos mucho por él. A Brayitan lo conocimos cuando aún andaba en pañales (literalmente) y, luego, cuando empezó a trascender en el ámbito nacional, también recordamos las basureadas gratituitas que se llevaba en redes sociales (y eso que no estaban tan incendiarias y espernibles como ahora).

Aunque ama su terruño, jala con una cubana desde hace casi un año y allá trabaja tranquilo, por lo que dijo es probable que se quede por aquellos lares, lejos de esta aldea tan bonita pero tan tóxica a veces.

Gracias, Vanessa, por una jornada solidaria

Por esas coincidencias de la vida, a finales de julio pasado, mientras permanecíamos en una diligencia en el hospital México, supimos que se había creado tremendo revuelo en el Servicio de Hemodiálisis y Trasplantes de ese centro de salud, gracias a la iniciativa de ASHYTRA (Asociación de Hemodiálisis y Trasplante Renal), que está convocando a distintas figuras en el país para que acompañen, alegren o conversen con los pacientes de hemodiálisis o bien, quienes convalecen antes o después de un trasplante de riñón.

La cosa es que la cantante Vanessa González dijo sí al primer llamado y, hay que decirlo, aquello resultó en una alegre jornada, no solo para quienes se hayan internados en pro de recuperar su salud, sino también para el personal hospitalario que atiende a los pacientes: Vanessa fue un dechado de motivación, positivismo, espíritu de lucha y esa energía tan particular que la caracteriza y que nos puso la piel de gallina a todos cuando les dedicó a los presentes, varias canciones a capella, en muchas de las cuales se hizo acompañar de pacientes y personal médico. No saben la clase de energía y amor del bueno que de todo esto fluyó; ojalá otras figuras accedan al llamado de ASHYTRA... los rostros de los pacientes lo dicen todo, nada más qué agregar.