'Duck Dynasty': Los peligrosos disparos de un cazapatos

Menuda Navidad pasaron los altos ejecutivos de la cadena A&E, acorralados por las declaraciones homofóbicas de Phil Robertson, patriarca del show más exitoso de esa señal: lo despidieron y lo volvieron a incorporar en tiempo récord.

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En este caso se aplica aquel adagio que reza "donde menos piensa uno brinca... el pato". Y es que el affaire que se ha establecido entre los protagonistas del exitoso reality Duck Dynasty , los millones de televidentes que los siguen y la cadena responsable de poner a esta familia de “montañeses” al aire, A&E, se vio envuelta súbitamente, a finales de diciembre, en un tremendo dilema por un comentario homofóbico del patriarca, Phil Robertson, que puso el show en la picota, con las consecuentes pérdidas para todos.

En cuestión de pocos días, la exitosa, sencilla y millonaria familia pasó de generar grandes simpatías y una industria millonaria con las ventas de los productos alusivos a la serie, a convertirse en el blanco de críticas y ataques por parte de organizaciones y civiles que defienden los derechos de la comunidad homosexual.

Pero ¿qué fue lo que originó tan tremendo viraje, que sumió a los ejecutivos de la cadena en una maratón de manejo de crisis justo en las fiestas navideñas?

Antes, un poco de contexto para los no iniciados en la popular serie que ha puesto a buena parte del mundo de cabeza.

El programa muestra a una familia pueblerina moderna, quienes fieles a sus raíces y origen, operan una empresa familiar muy exitosa que inició operaciones en los años 70 en su natal Louisiana, en pleno sur de los Estados Unidos.

Ya han pasado casi 40 años desde que Phil Robertson, el patriarca de la familia, ideara un silbato para atraer patos que resultó ser muy efectivo y reclamado por cazadores de estas aves que se los disputaban durante la temporada de caza. No es para menos, la obsesión de la familia Robertson y el centro de todos sus trabajos es atraparlos con señuelos u otros objetos.

De hecho, la creación de ese silbato dio inicio a una aventura empresarial que hoy es el emporio Duck Commander, la próspera empresa que administran Phil, sus hijos Willie y Jase; su hermano Si, y la esposa de Willie, Korie.

Todos ellos están encargados de conducir el negocio familiar al elaborar no solo silbatos sino también artesanías y señuelos para cazar patos que los han vuelto millonarios, en West Monroe.

Para muchos críticos y seguidores, la serie ha logrado enganchar a la audiencia porque permite apreciar una parte de Estados Unidos que aún se conservar rural, y cuyos habitantes mantienen un contacto con la naturaleza que los convierte en personajes auténticos, sin los dolores de cabeza implícitos en la vida cosmopolita.

Por lo mismo es que los Robertson, a pesar de ser millonarios, no han dejado su sana costumbre de esperar con ansias la temporada de caza, de coger una escopeta y de irse a los pantanos en busca de patos desprevenidos en los aires o en el agua.

Por la boca muere ¿el pato?

Pues bien, todo ese idilio que se ha venido acrecentando durante las cuatro temporadas que lleva el reality al aire, se vio amenazado por la crisis mencionada y que ha puesto a pelear no solo a los miembros de la familia, las organizaciones pro derechos gay y las cadenas, si no que han intervenido hasta celebridades de la talla de Charlie Shenn, quien se le fue al cuerpo a Phil vía Twitter.

Todo se inició cuando el patriarca, entrevistado por la revista GQ , aseguró que “los homosexuales se parecen a los adúlteros” y agregó que eran “avaros, borrachos y estafadores” y por ello “no heredarán el reino de Dios”.

Y entonces, se decantó la crisis. A&E inmediatamente reaccionó y suspendió a Phil Robertson por tiempo indefinido... al menos, eso se dijo en el momento. “Estamos profundamente decepcionados de haber leído los comentarios de Phil Robertson en GQ , los cuales están basados en sus propias creencias y no son un reflejo de la serie Duck Dynasty ”, dijo la cadena en un comunicado.

“Sus puntos de vista personales en ninguna forma reflejan a los de A&E Networks, que siempre han sido fuertes partidarios y defensores de la comunidad LGBT”, agregó la cadena.

Sin embargo, esta decisión a su vez provocó una andanada de protestas entre los fans, secundada por las amenazas del resto de la familia, algunos de los cuales incluso dejaron vislumbrar la posibilidad de que, en caso de que Phil no siguiera, ellos tampoco lo harían.

Además, tácitamente los Robertson apoyaron los decires de Phil, pues afirmaron en su página web que “aunque algunos de los comentarios que dijo Phil al reportero no se pusieron filtro y eran groseros, sus creencias se basan en las enseñanzas de la Biblia”.

Calculadora en mano, la cadena tuvo que repensar la decisión en cuestión de días, pues tuvo que sopesar si ponía fin a su mayor franquicia, guardando la actual temporada que ya tiene grabada y perdiendo grandes cantidades de dinero y perder a la audiencia y anunciantes, o bien, darle una segunda oportunidad al patriarca.

Y hablaron los números: de acuerdo con prensa especializada, el programa cuenta con una audiencia media 14,6 millones de espectadores, produce unos 80 millones de dólares por la venta de espacios publicitarios, según Kantar Media y genera 400 millones de dólares en venta de merchandising del programa, que van desde navajas a cocinas de gas, pasando por navajas suizas.

Menos de una semana después de haberlo sacado indefinidamente del show , la cadena dio marcha atrás y, el viernes 27 de diciembre, oficializó que Phil Robertson seguía en el show , tras “conversaciones (de la cadena) con varios miembros de la familia y numerosos grupos defensores”.

Como en la industria del entretenimiento todo puede pasar, a la larga los ejecutivos que tuvieron que bailar con la más fea este fin de año, obtengan sus réditos a partir del 15 de enero, cuando se estrene la quinta temporada del reality en Estados Unidos.

Y es que si ya el show eclipsaba a miles, a no dudarlo, tras el escándalo, al menos por curiosidad, Duck Dynasty atraerá a una nueva legión de seguidores.

Sin embargo, aún están por verse los daños colaterales que provocaron las declaraciones del pintoresco Phil.

En lo inmediato, el tradicional padrote tendrá que apechugar con algo a lo que no está acostumbrado: la ira de Hollywood, encabezada por Charlie Sheen, quien no se anduvo por las ramas y reaccionó iracundo ante lo sucedido, en una carta publicada en redes y dirigida a Phil: “¡Hey cerebro de pato salvaje, Phil Robertson (sic)! Ofendiste a muchos amigos míos que no tienen la voz ni el alcance que yo tengo. Bueno, noticias de última hora… “Hablaré claro y fuerte por todos ellos. Pensaste que tu trasero subevolucionado estaba fuera de peligro pero ahora te tienen en la mira los medios de comunicación, la ‘MaSheen’ (Máquina Sheen como se hace llamar) te derribará”.