Discovery Home & Health muestra lo que es nacer en la especie equivocada

Historias de personas que se creen y se comportan como lobos, leopardos o mapaches son la columna vertebral de la serie documental I Think I'm An Animal, que podrá verse por Discovery H&H.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

¿ Qué haría usted durante una visita al zoológico descubre a un chico con orejas y cola de leopardo, corriendo y saltando por entre la vegetación y acechando a las gacelas? Seguramente pensará que es un actor… ¡una atracción más del lugar!

Sin embargo, nada de esto es cierto para un joven llamado Sthepen, de Buffalo, New York, quien jura y perjura ser uno de estos felinos atrapado en un cuerpo humano.

La nueva serie documental I Think I'm An Animal , de Discovery H&H, recaba su historia, así como la de otros jóvenes y adolescentes que un día de tanto decidieron “salirse del closet” a su manera, para mostrarle a la sociedad quiénes son en realidad. Todos ellos están seguros de que nacieron en la especie equivocada.

Matrimonio de lobos

Entre los casos asombrosos de esta producción destaca también la vida de Ben y Kimberly, unos esposos británicos que disfrutan socializar con sus amigos y están haciendo un gran esfuerzo por hacerse de una casa propia. Sin embargo, más que estos proyectos y aficiones lo que en realidad los une es que ambos dicen ser hombres-lobos y en la intimidad de su hogar, se comportan como tales.

Estos muchachos se autocalifican como teriántropos una creciente y nueva subcultura que se cree mitad humana, mitad animal. Y por lo tanto, dicen haber desarrollado habilidades o gustos poco convencionales.

Así, durante la filmación Kim confiesa que tiene la capacidad de comunicarse mentalmente con su perro y que la primera vez que hizo el amor con su esposo, fue indescriptible, salvaje e intenso.

Ben, por su parte, parece un joven normal, pero revela lo emocionado que se encuentra porque para la fiesta de Halloween planea disfrazarse de Wolverine. Eso, según dice, le permitirá sacar a la luz al animal que lleva por dentro.

Peculiar manada

Los amigos de Sthepen, el leopardo, también irán desgranando sus experiencias como teriántropos. Dentro del peculiar grupo se encuentra su pareja, Timothy, quien se ve a sí mismo como un mapache y Caleb, un joven que se visualiza como un lobo desde que tenía seis años.

Las cámaras penetran en las habitaciones de estos muchachos, donde tienen peluches, cuadros, camisetas y otros objetos alusivos al animal que los caracteriza. En algunos casos, los productores también entrevistan a los padres de los jóvenes, quienes por lo visto ya se han ido acostumbrando a las “excentricidades” de sus hijos.

Salir a jugar boliche, ¡disfrazados de animales!, es algo que estos amigos practican mucho, a pesar de las miradas estupefactas del resto de los mortales. Parecieran estar tan cómodos en su estilo de vida, que incluso tienen su propia radio en la que hablan constantemente de sus anécdotas, emociones y por supuesto, instintos salvajes. No les preocupa en lo más mínimo que los demás piensen que ellos tienen algún problema mental, como el Trastorno de Identidad Disociativo (personalidad múltiple), esquizofrenia u otros padecimientos que han sido relacionadas con los teriántropos.

Más no todos los animales humanos como ellos han podido encontrar un círculo de apoyo tan fuerte. Matthew, por ejemplo, es un muchacho de Brunswick, Georgia, que se autocalifica como incomprendido.

Él también dice ser un lobo y su única amiga es una chica llamada Jade quien le acompaña en sus recorridos por el bosque para aullarle a la luna.

Matthew, está a punto de cumplir la mayoría de edad y de acuerdo con el documental, dará el paso más importante de su vida. Ese día solicitará un cambio de nombre, pues su máximo anhelo es que le llamen Shiro, su verdadera y única identidad lobo.