‘CSI: Cyber’: La escena del crimen es la red

CSI: Cyber viene con la oscarizada Patricia Arquette al frente de un equipo de investigadores del FBI. La cuarta versión de la franquicia va tras la pista de los malos muchachos que usan el mundo virtual para delinquir en el mundo real

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¿Cuántos muertos caben en 15 años? CSI: Crime Scene Investigation nos presentó un equipo de detectives altamente tecnificado que se dedicaba a la investigación de escenas del crimen, y con aquello inauguró el subgénero más perdurable en los dramas procesales desde entonces. La muerte se ha regalado a manos llenas desde el 2000, excepto cuando se trata de la propia serie. La versión original no goza de su popularidad inicial pero sí de buena salud, para alegría de los ejecutivos de la CBS.

La cadena estrenó en marzo, en Estados Unidos, CSI: Cyber , la tercera serie derivada de la original. A diferencia de la vieja escuela del homicida que espera a la víctima en un parqueo húmedo y oscuro, el nuevo drama se ocupa de crímenes a control remoto. En CSI: Cyber , los tipos malos están detrás de una computadora y usan la Internet para poner contra sus víctimas los ubicuos aparatos conectados a la red.

La serie sigue los formatos ya conocidos en el manual de la franquicia: tiene al mando la figura de un líder fuerte y paternal (en este caso maternal) que guía un equipo diverso, cuyos miembros son hiperbólicamente eficientes en cada una de sus especialidades.

“Nuestro público más fiel experimentará un nivel de familiaridad de la franquicia que los confortará”, expresó a Newsweek Anthony Zuiker, el creador y productor ejecutivo de CSI en todas sus vertientes.

Eso sí, el show es menos sangriento que sus predecesores, lo cual es un rasgo esperable si los personajes hablan más de phishing y malware que de los patrones de descomposición de un cuerpo abandonado en un matorral.

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Esta es la era de la Internet, y a estas alturas ya intuimos cuán truculenta puede llegar a ser.

El equipo

Las series antecesoras tenían una localización tan precisa que la publicitaban en sus títulos: eran unidades de los departamentos de Policía de Las Vegas, Miami y Nueva York. Por el contrario, CSI: Cyber pone en pantalla una unidad del FBI basada en Quantico, Virginia, que se desplaza adonde sea que sus servicios son requeridos.

(Notemos la ironía de que el único equipo de CSI que podría hacer teletrabajo es el que se dedica a crímenes cometidos por la Internet, y sin embargo es el que más viaja).

Al frente del grupo de investigadores tenemos a la agente especial Avery Ryan, interpretada por la oscarizada Patricia Arquette ( Boyhood ). Su fichaje trae a la primera mujer que estelariza un drama de la franquicia.

El elenco trae también a dos caras ya conocidas para los televidentes que han estado pendientes de la televisión de las dos últimas décadas. Por un lado tenemos a Peter MacNicol, quien interpreta el papel de Stavros Sifter, el supervisor de Ryan. Él es el puente entre la unidad de investigación cibernética y el resto de las agencias de la Policía Federal de los Estados Unidos.

MacNicol se dio a conocer ampliamente en el papel de John Cage en la serie Ally McBeal , y su trabajo le valió su primer premio Emmy en 2001.

Por otra parte, el tipo audaz entre tanto nerd de la computación es interpretado por James Van Der Beek. Él encarna al agente Elijah Mundo, quien es rápido con la pistola y un experto en la medicina forense de campo, lo cual nos trae al típico personaje de los otros dramas de la franquicia.

La audiencia recordará a Van Der Beek por su papel de Dawson Leery en el drama noventero Dawson’s Creek .

El equipo es completado por un experto en tecnologías de la información (Charley Koontz), un hacker que optó por prestar sus servicios al FBI a cambio de no cumplir una sentencia en prisión (Shad Moss, también conocido como el rapero Bow Wow) y una especialista en redes sociales y tendencias en la Internet llamada Raven Ramírez (Hayley Kiyoko).

En la red

El motor que mueve los dramas procesales como Criminal Minds y NCIS –y especialmente a los del subtipo forense como CSI y Bones – es la poderosa paranoia. Las víctimas de todas estas series son acechadas en su vida cotidiana, sin ninguna sospecha, mientras ejecutan las tareas más pueriles.

En el caso de la nueva subvertiente de CSI, el miedo nace en una sociedad rodeada de cámaras de video, computadoras portátiles y nuevas formas de relacionarse con conocidos o extraños.

En este marco, la serie se nos presenta como un tímido thriller apocalíptico en el que los aparatos en los que tanto confiamos se rebelan contra nosotros; aunque eso sí, siempre hay una mente maligna moviendo los hilos del otro lado. Asimismo, a pesar de la incorporeidad de los crímenes en la red, la acción que exige la serie implica que el resultado siempre sea un crimen violento.

En el episodio inaugural, por ejemplo, una mafia de secuestradores de niños logra acceder a las imágenes de las llamadas “cámaras niñera”, mediante las cuales ofrecen subastas de niños en la Internet. Así, un dispositivo que se supone que le debe dar paz a los padres para poder vigilar a sus hijos se convierten en los ojos de los criminales quienes quieren robárselos.

Los ecos del programa incluso se han colado en la vida de los protagonistas. Van Der Beek, por ejemplo, dijo en una entrevista con Newsweek que, después de actuar en este show , decidió “vivir un poco más simplemente” en lo que respecta a la tecnología.

Por su parte, Patricia Arquette dijo temer la indefensión que percibe en las relaciones a través de la red: “Esta tecnología está mutando constantemente y es muy difícil para la Policía seguirle el paso. Esto es el salvaje Oeste, y vivimos en tiempos locos”.

El creador Anthony Zuiker ha expresado que le gustaría que la nueva hija de la franquicia sirviese también como un vehículo de educación para la audiencia. El productor sostiene que aún hay mucha ingenuidad entre los usuarios de la tecnología moderna, y que la serie podría servir para alertarlos sobre sus peligros mientras los entretiene.

No obstante, varios medios han criticado que el retrato que hace CSI: Cyber de la criminalidad cibernética es muy simplista: esta ocurre en un ambiente en el que los hackers cometen errores tontos y en donde la seguridad en Internet tiene un estándar bajísimo.

En pocas palabras, especialistas citados en medios como Gizmodo , sugieren que la serie se mantenga solo como entretenimiento y que no pretenda convertirse en un vehículo para la divulgación de temas tecnológicos.

Por otra parte , la periodista Lauren Walker, de Newsweek , afirma que CSI: Cyber adopta una actitud muy poco crítica con respecto al papel del Estado y de las autoridades estadounidenses con respecto a las tácticas de espionaje que usa en Internet, sobre todo después de los escándalos en que estuvo envuelta la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés).

En la lógica de la serie, los hackers son incontrovertiblemente “los malos” y todos en el FBI son “los buenos muchachos”. A pesar de las críticas que esta lógica pueda recibir, no es una receta nueva. Por el contrario, esta ha funcionado para la mayoría de dramas procesales.

“No estamos aquí para hacer declaraciones políticas”, había respondido Zuiker a los cuestionamientos.

CSI: Cyber se mueve rápidamente, es una serie de acción que entrega lo que promete: un intrincado misterio y un equipo genial que sabe cómo resolverlo en 42 minutos.

Antes de que a uno le haya dado tiempo de quitarse los zapatos para ver el episodio inaugural, la agente especial Avery Ryan ya le ha ordenado a un detective que trabaja en el caso de los secuestros: “Por favor maneje todos los aparatos de hardware como un cadáver: no lo toque y no lo mueva hasta que nosotros lleguemos”.

Y así fue como los techies llegaron a la escena del crimen.