La maría , nueva propuesta que transmite Teletica, representa otro intento en la cadena de pruebas que busca generar en el país un producto con posibilidades de mercado internacional.
El resultado es sin duda nacional; es más similar al teatro que a otras formas de drama, aunque afortunadamente es un teleteatro. La inflexión, pausas e impostación de la voz lo dejan claro. Además, la novela tiene más tintes de serie que de telenovela, trece capítulos es muy inferior al estándar latinoamericano.
La maría tiene básicamente dos grandes áreas que deben señalarse. La primera se relaciona a la factura técnica, donde las falencias se notan a simple vista. El segundo apartado es el guión, con factores que no se presentan congruentes.
La técnica. Cuando el guión sugiere “obligación” de grabar en condiciones adversas –noche, clima, exteriores agrestes– y estas condiciones son inmanejables por la producción, solo queda una opción: abstenerse y modificar el guión si el resultado no se prevé aceptable.
En la primera entrega se pudo ver personajes irreconocibles en la oscuridad grabados a contraluz, apenas visibles en la noche, mientras algunos planos sufrían de sobreexposición –exceso de luz–. La mezcla de diversos tipos de calidad es notoria.
Es de resaltar que el uso de la cámara supera el teleteatro y busca una experiencia descriptiva en el entorno de grabación.
El sonido, quizás lo más débil de esta propuesta presenta doblaje –nada nuevo en una novela nacional–. Esto sucede cuando el sonido original presenta un nivel insuficiente para la lectura de la audiencia; por eso resulta indispensable doblarlo en estudio. Adicionalmente, los sonidos ambientales tienen un manejo poco fino, donde simples pasos son fuertes mientras otros sonidos carecen de ubicación espacial.
El uso de música debe ser más congruente, casi reglamentario. Se debe usar para guiar los momentos indicando drama, empatía, dulzura y no para rellenar momentos en que no pasa nada.
El guión y la narrativa. Falencia común en la producción nacional, aunque existen aspectos que podemos mencionar.
Algunos clichés provienen de la “tradición audiovisual”; por ejemplo: que alguien lleve las fotos en un sobre de un investigador; la llave debajo del tapete; la llanta estallada. Lugares comunes que no desenvuelven la historia por sí misma.
La motivación de las acciones no siempre forma parte del guión. Por ejemplo, ¿por qué Paz se lleva el taxi por la mañana? ¿Por qué Maya llega en la noche a la iglesia? ¿Por qué Erick desnuda a Paz en la playa para darle respiración? Existen preguntas que la audiencia puede hacerse y quedan sin resolución, pues los personajes ejercen acciones –macro y micro– sin motivaciones claras. Luego de rescatar a Paz, Erick sostiene una extensa y calmada charla con la operadora para pedir la dirección del hospital; posteriormente, llega pegando gritos a la clínica.
Cuando se graba un audiovisual se puede seguir o no el guión. Si el guión señala absurdos narrativos a la hora de grabar, estas deben corregirse en esta segunda escritura, pues la audiencia cuestiona y mastica estas acciones; esto sumado al vos, el tú y el usted que conforman una propuesta incorrecta pero popular del tratamiento personal.
La maría hace un buen esfuerzo por retratar a Costa Rica y por equiparse a las tramas clásicas de telenovela: ambos objetivos pueden no ser del gusto de la audiencia. Si usted puede obviar los puntos acá mencionados, sin duda podrá ver un producto que raramente se produce en Costa Rica, con espacios e idiosincrasia nacional y eso tiene valor.
Le recomiendo que la vea y la juzgue usted mismo.
Ficha Técnica
Programa: ‘La maría’
Canal: Teletica, 7
Horario: Sábados, a las 10 p. m.
Producción: Café Televisión
Protagonistas: Gerard Elizondo y Adriana Mendoza